En julio de 1954 el ayuntamiento solicitó la colaboración de los vecinos para erigir un monumento al Dr. Jiménez Rueda, elaborando el texto que transcribimos a continuación. Desconocemos el por qué no se levantó.

Como ilustración a la entrada hemos elegido la firma de tal insigne matemático, extractada de un documento familiar en la que él actuaba como testigo.

“Atarfeños, recogiendo el sentir general de los vecinos de este pueblo, el Ayuntamiento, en sesión plenaria tomó por unanimidad, el acuerdo de levantar un monumento al Excmo. Sr. D. Cecilio Jiménez Rueda (q.e.p.d) hijo benemérito de Atarfe.

No creemos necesario hacer la apología del insigne maestro, porque en el ánimo de todos los que le conocieron permanecerá imborrable su recuerdo; pero para gloria de Atarfe y conocimiento y ejemplaridad de las futuras generaciones, si vemos conveniente que en la plaza más importante y céntrica de la localidad se eleve, esculpida en mármoles, la figura egregia del hombre que ha dado más gloria a nuestro pueblo.

Si el honrar la memoria de los que aportan a los pueblos bienes materiales es deuda de gratitud, el perpetuar el recuerdo de los que, como D. Cecilio, dieron honor y gloria, no sólo a su pueblo sino a España entera, aportando a la Ciencia valiosos adelantos con una vida de trabajo, esfuerzo y laboriosidad, es sólo corresponder en algo a lo recibido y, al mismos tiempo, es honrarse a sí mismo, pues los bienes de orden moral e intelectual son de tipo universal e imperecederos.

Atarfeños, unámonos todos para que pronto, muy pronto, sea una realidad el feliz acuerdo de nuestro Ayuntamiento. Aportemos al proyecto, sin regateos, nuestro entusiasmo y nuestra ayuda económica para que el monumento sea digno del hombre a quien se destina.

La memoria del Dr. Jiménez Rueda permanecerá imborrable en el campo de la ciencia española: sus obras, sus trabajos de cátedra, su ingente aportación al avance de las Ciencias Exactas, base y fundamento de las demás ciencias, lo elevaron a los puestos donde toman asiento los sabios más ilustres: la Real Academia de Ciencias, el Instituto España, el instituto de Coímbra, etc, etc.

El pueblo de Atarfe, donde nació, empezó a formarse, vivió sus últimos años y murió hombre de tal valía; este pueblo culto y laborioso que recibió en multitud de ocasiones el benéfico influjo de su saber enciclopedista, durante toda una larga vida de apostolado moral y científico, tiene el ineludible deber de mostrarse enaltecido y honrado, honrando la memoria de su hijo predilecto.

Atarfeños, este ayuntamiento ha creído que obra tan hermosa, sentida y popular, debe ser de todos, para hacerla así más espiritual y emotiva. Acudamos por ello con el mayor entusiasmo a engrosar la suscripción pública que se abrirá al efecto en esta Alcaldía.

La comisión del Monumento, tendrá el honor de visitarle, y espera de usted contribuirá con esplendidez para que pronto este proyecto pueda ser una feliz realidad.”

Curiosidades elvirenses.

DESDE EL MIRADOR DE ATARFE CREEMOS QUE ES HORA DE RECUPERAR ESTA INICIATIVA

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