Los protocolos sociales para mejorar los roles femeninos, a debate

Las mujeres tienen muchos roles. Y quieren cumplir con todos ellos. La escritora conferenciante y empresaria Yolanda Sáenz de Tejada abrió ayer en la sede Antonio Machado de Baeza el curso titulado ‘Producir en femenino’ donde junto a otras expertas tratará de enseñar a su alumnado las herramientas básicas sobre protocolo profesional y social.

FOTO: La escritora conferenciante y empresaria Yolanda Sáenz de Tejada, en Baeza. EL MUNDO
 

«Cumplimos esos roles y nos esforzamos por hacerlo cada vez mejor -subraya Sáenz de Tejada-. Por la mañana somos madres, luego profesionales y por las noches amigas o parejas. No nos educaron para ser visibles en la sociedad. Por eso es improrrogable el hacerlos visibles», asegura la directora del curso.

En su libro ‘¡Socorro! Quiero ser todas las mujeres que viven en mi’, Sáenz de Tejada aborda las ambiciones femeninas y las herramientas para conseguir los retos que se propongan. A Baeza ha traído una metodología basada en tres grandes verbos: ser, estar y ejecutar.

«Lo primero que debemos preguntarnos las mujeres es quiénes somos y cuáles son nuestras metas. En un correo electrónico que mandé a mis alumnos y alumnas pedí que vinieran solas y solos, sin más compañía que la de ellas y ellos mismos, sin hijos, ni parejas, ni familiares. Era necesario -precisa la escritora- visualizar la individualidad de cada una de ellas».

El segundo módulo tiene que ver con el verbo estar y durante esas clases Sáenz de Tejada y su plantel docente enseñarán el modo de estar presentes y dejarse oír. «Más veces de las que querríamos nuestro cerebro nos dice que no somos capaces de enfrentarnos a tal o cual cosa; nuestra cabeza nos dice que no podemos hacerlo. Pero eso no es verdad», asegura la directora del curso.

«Es ahí cuando debemos redoblar nuestros esfuerzos y aprender las herramientas que nos sitúen en mejores condiciones en el mundo», añade. Hay que valorar el talento femenino, echar mano de estrategias de protocolo social que pueden ser útiles no solo en la vida profesional sino también en la vida personal. «Las mujeres poseemos dos grandes valores: la reflexión y la generosidad, y ambos son argumentos que juegan a nuestro favor», asegura.

El tercer verbo es ejecutar y ahí entran en juego las herramientas más sutiles y a la vez las más intangibles. Cómo he de andar en el mundo, cuál es el lenguaje no verbal más útil y de mayor éxito, cómo debo comportarme para sacar lo mejor de mi y hacer ver a los que tengo enfrente que mi opinión y mi trabajo pueden ser al menos lo mismo de valiosos que los suyos», explica Sáenz de Tejada.

La escritora considera que de esa mujer capaz y valiente el hombre se beneficia siempre. «Cada vez somos más conscientes de que el papel de la mujer en la empresa es más valiosa y necesaria. Y los primeros en descubrirlo han sido los hombres. Ahora bien: Es necesario que cada vez exista un mayor número de mujeres en los altos cargos directivos. Esa impronta femenina dará resultados positivos siempre», manifiesta.

Sáenz de Tejada considera improrrogable le necesidad de que la sociedad concilie. Y para ello es necesario comenzar modificando costumbres y horarios que van contra el sentido común. «Un primer ejemplo: Las reuniones de trabajo siempre por la mañana. Los almuerzos no son para reunirse sino en todo caso para cerrar acuerdos y la tarde y la noche ha de ser propiedad de nuestra vida privada», asegura.

  • MANUEL MATEO PÉREZ
  • Baeza (Jaén)
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