El ictus afecta a 130.000 personas al año en España
El ictus es un accidente cerebrovascular que altera la llegada de la sangre al cerebro. Hay dos tipos, el isquémico, que es ocasionado por un coágulo que obstruye el paso de la sangre; y el hemorrágico, que se debe a una rotura de un vaso cerebral.
Es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres en España, según el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (GEECV-SEN). Afecta a entre 120.000 y 130.000 personas en España al año, de las cuales 80.000 mueren o padecen una discapacidad, con un porcentaje de un 30% de mortalidad y un 40% de discapacidad. En España se produce un ictus cada 6 minutos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo 15 millones de personas sufren un ictus al año.
Los factores que aumentan el riesgo de poder sufrir un ictus son el tabaco, alcohol, hipertensión, diabetes, colesterol elevado, obesidad, vida sedentaria e inactividad física.
Hay maneras de detectar si una persona está sufriendo un ictus. Si se observa que se cae un lado de la cara, pérdida de fuerza en un lado del cuerpo, problemas de expresión o entendimiento o dolor inusual de la cabeza. Si se sospecha que esto está ocurriendo la forma de actuar debe ser realizar a dicha persona una prueba rápida en primer lugar, que consistirá en pedirle que sonría, levante los brazos o que responda a una pregunta. Si se detecta algo inusual se deberá llamar a urgencias lo más rápido posible, ya que el tiempo es clave para prevenir posibles consecuencias más graves.
El 80% de los ictus se pueden prevenir, y la forma de hacerlo es reduciendo o controlando los ya citados factores de riesgo. La forma de hacerlo es bajando el consumo de sal y grasas y llevar una dieta saludable, hacer ejercicio, no consumir tabaco, reducir el consumo de alcohol y vigilar los niveles del peso, la tensión, el azúcar y el colesterol.