Pero esa no es la única posibilidad. Se piensa que la aceleración se debe a la energía oscura, una materia misteriosa que impregna todo el universo. Si la cantidad de energía oscura que hay en el universo se va incrementando, lo hará también la aceleración, por lo que en algún punto, la propia estructura del espacio-tiempo se “desgarrará” y el cosmos desaparece.

Según el escenario hipotético al que llaman “big rip”, esto tendría lugar dentro de 22 mil millones de años. Sin embargo, los estudios realizados por Diego Sáez-Gómez y sus compañeros, estiman que eso puede ocurrir 1.2 veces más rápido, lo que implica el final del universo a la “cercana” fecha de 2.8 mil millones de años.