l lavadero de la placeta de la Puerta del Sol, se encuentra en la parte alta del barrio del Realejo. Próxima al lavadero se encontraba la puerta del Sol, conocida como puerta de Oriente o del Mauror, de donde proviene el nombre de la plaza.

La puerta del Sol pertenecía a la muralla zirí, construida al pie de las Torres Bermejas, que separaba los barrios del Realejo y el Mauror. Se llamó puerta del Sol por tener su entrada orientada al este y su salida al poniente.

El lavadero de la Puerta del Sol fue construido en el siglo XVII. Presenta una estructura porticada con seis columnas toscanas de mármol de Sierra Elvira, que pertenecieron a la ermita de Santa Escolástica, desaparecida tras la desamortización de Mendizábal.

Toda la estructura está protegida por una armadura de madera reforzada por dos tirantes, y la cubierta es de tejas árabes. El suelo está decorado con empedrado tradicional granadino y cuenta con pilas en su interior para hacer la colada.

El lavado de la ropa ha sido a lo largo de la historia uno de los trabajos más habituales desempeñados por las mujeres. Hasta la popularización del agua corriente en las viviendas, esta función se desempeñó en las orillas de los ríos, acequias, abrevaderos o patios de viviendas. A partir del siglo XIX se convierten los lavaderos en lugares de trabajo, encuentro y sociabilización de las mujeres.

El lavadero de la placeta de la Puerta del Sol es uno de los lugares con una belleza singular.

Este espacio que aparece en las guías turísticas de Granada, carece de cualquier tipo de señalización que haga posible a los visitantes llegar hasta él y disfrutar de unas espectaculares vistas de la ciudad. Te recomendamos que cuando subas al lavadero de la Puerta del Sol lo hagas acompañado y con la geolocalización apuntada en el teléfono móvil, para no perderte por las intrincadas callejuelas del Realejo.

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