Optar por un estilo de crianza siendo padres permisivos puede ser un arma de doble filo porque lo que los niños entienden es que sus padres no tienen autoridad sobre ellos y que pueden hacer siempre lo que les venga en gana, pudiendo caer en el riesgo de que los niños se vuelvan en pequeños tiranos que son el centro del mundo y que sus padres deben ser sus siervos.

 

Las consecuencias de ser padres permisivos en la educación de los niños es la misma que si se optara por un estilo de crianza autoritario o demasiado exigente… los niños se convierten en tiranos. En el caso de los padres permisivos se vuelven tiranos porque son el centro del mundo y en el caso de padres autoritarios o exigentes, por todo lo contrario; porque se revelan ante unos padres demasiado exigente. Ambos casos diferentes entre sí pero con el mismo y desastroso resultado en el comportamiento de los chicos.

Los padres permisivos son cariñosos y afectuosos pero al mismo tiempo no saben o no quieren poner reglas ni limites a los niños. Las reglas y los límites lejos de ser algo negativo para la educación de los hijos son totalmente necesarias puesto que es la única manera que los niños entiendan las consecuencias de sus actos, de poder inculcarles valores y sobre todo para que se sientan seguros y protegidos dentro de un hogar estable y equilibrado.

Existen muchas consecuencias de ser padres permisivos en la educación de los hijos como por ejemplo:

  • Sin una buena orientación por parte de los padres y con demasiada libertad los niños no tendrán habilidades sociales suficientes para resolver los problemas por ellos mismos.
  • Los niños con padres permisivos pueden tener problemas de autoestima y de inseguridad personal.
  • Tendrán mayor riesgo de problemas de conducta a causa de no haber fijado normas y límites a tiempo.

Siempre tiene que existir un equilibrio entre una educación permisiva y una educación autoritaria ¿cómo? Marcando normas y límites pero con flexibilidad, cariño y respeto a los niños.

 

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