El Ártico se derrite por el cambio climático y lo hace a pasos agigantados: en los últimos 30 años hemos perdido tres cuartas partes de su hielo. El Ártico funciona como un aire acondicionado global, y de él depende el clima del planeta. Por eso pedimos que sea declarado santuario global.

¿Sabes que ese objetivo lo conseguimos ya en 1991 con la Antártida? Se convirtió en un símbolo global de protección del medio ambiente, y aún hoy sigue siendo así. ¡Ayúdanos a luchar ahora por esta región única!
En septiembre de 2012 el Ártico alcanzó su mínimo histórico de hielo . De continuar la tendencia de deshielo, no sólo acabaríamos con la enorme belleza y riqueza natural que alberga, inluyendo los osos polares, las focas o las ballenas, sino que también habríamos destrozado el hogar de los cuatro millones de personas que suman los pueblos indígenas. Pero, aunque nos enfrentaremos a la oposición de gobiernos y multinacionales, con una movilización mundial vamos a conseguir que los países limítrofes y la ONU lo protejan.

¿Por qué es tan importante que el hielo se mantenga? El hielo refleja gran cantidad de calor solar hacia el espacio y mantiene así fresco el planeta y estabiliza los sistemas meteorológicos. Actúa también como aislante de la temperatura del Mar Ártico. Por ello, lo que sucede en el Ártico repercute a nivel global. Por tanto, proteger el hielo significa protegernos a todos.

En España, el aumento de las temperaturas y la bajada en las precipitaciones afectará a nuestros hábitats naturales, que podrían desaparecer tal y como hoy los conocemos, y afectará a su flora y fauna, además de a actividades económicas como el turismo o la producción de vino. El aumento de incendios, enfermedades infecciosas y plagas son otros impactos que podrían derivarse del cambio climático.

El deshielo está haciendo navegable, y por tanto susceptible de explotación petrolífera, una mayor parte de la superficie del Ártico. La extracción de petróleo supone una liberación de más gases de efecto invernadero, que volverían a alimentar el cambio climático, produciendo más calor y más deshielo. Además, nos arriesgamos a sufrir un vertido de petróleo que sería imposible de atajar en las condiciones extremas de la región, y pondría en peligro su delicado ecosistema. Por otra parte, el afán de los países limítrofes de explotar los recursos petroleros y pesqueros está provocando una amenaza real de conflictos bélicos. Países como Rusia y Noruega ya han anunciado “batallones por el Ártico” para luchar por sus intereses nacionales en el área.

vertido de petróle en el polo norte

¿Qué soluciones hay?

La quema de combustibles fósiles es el principal causante del cambio climático. Por lo que la solución es acabar con la dependencia del petróleo para mantener el aumento de la temperatura por debajo de los 2º C, el umbral que marcan los expertos para evitar los peores efectos del cambio climático. Los científicos nos recuerdan también que debemos alcanzar el pico de emisiones de gases en esta década, por lo que no podemos seguir invirtiendo en este tipo de energías.

La solución pasa por la declaración de un santuario global en el Ártico que prohiba la extracción de petróleo y la actividad militar en la zona, y que regule las pesquerías y el tráfico marítimo en aguas polares. Los expertos nos recuerdan que los yacimientos que aún están sin explotar deben permanecer en el subsuelo y que habría que desarrollar energías limpias y renovables que, además de crear millones de nuevos puestos de trabajo, podrían proporcionar energía a los dos millones de personas que actualmente carecen de acceso a cualquier servicio energético.

Los países miembros del Consejo Ártico deben tomar la iniciativa para proteger el Ártico. Pero además, las aportaciones de los países no árticos son vitales. La UE también tiene un importante papel ya que existen países con territorio y fronteras árticas, además de países muy próximos y con intereses comerciales vecinos.

¿Qué está haciendo Greenpeace?

activistas de greenpeace subiendo a la plataforma petrolífera de Gazprom
© Denis Sinyakov / Greenpeace. Activistas de Greenpeace intentan subir a la ‘Prirazlomnaya’, plataforma petrolera de Gazprom.

El objetivo de nuestra campaña a largo plazo es la creación de un santuario en el Ártico que lo proteja de las prospecciones petrolíferas, de la pesca industrial y del tráfico marítimo en las nuevas vías creadas por el deshielo.

Greenpeace trabaja para crear un movimiento global que pida la protección del casquete polar, a través del apoyo de gobiernos afines, de personalidades mundiales y de otras ONG. La movilización ciudadana (¡con tu apoyo!) también será vital para ejercer esta presión.

A través del Convenio OSPAR, surge una gran oportunidad. Parte de las aguas internacionales que gestiona este Convenio, son aguas árticas, que coincide con parte del Santuario propuesto.

Greenpeace quiere que la Comisión OSPAR apruebe la propuesta de declaración de un Área Marina Protegida en las aguas árticas que entran en su jurisdicción. Esto supondría la protección de casi el 10% (8,3%) del Santuario Ártico que propone Greenpeace.

¡Un primer gran paso para la protección del Ártico!

Respecto a España, nuestro país tiene un rol de observador dentro del Consejo Ártico, el único foro circumpolar para las discusiones políticas sobre cuestiones relativas a esa zona, y en el que participan todos los estados del Ártico y sus pueblos indígenas. El gobierno de España, está colaborando de forma muy positiva en los diferentes pasos que se están realizando en el Convenio OSPAR para proteger una décima parte del Santuario.

 

PUBLICADO EN : http://www.greenpeace.org/espana/es/Trabajamos-en/Frenar-el-cambio-climatico/Salva-el-Artico/

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