En el número 1 del Mirador de Atarfe, publicado en febrero de 2001, me invitaron a que fuera el primero en escribir en la sección titulada “Nuestro personaje”. Rescato el texto para la Gacetilla del 14 de abril, ya que ese 14 de Abril de  hace 80 años que nació esa persona de quien tuve que escribir. No es otro que mi padre, Arsenio Granados “El Niño Cachas”.

NUESTRO PERSONAJE: ARSENIO GRANADOS

“Mira que cachas tiene esta navaja” decía su bisabuelo……….

En plena época carnavalesca, donde la mascarada da rienda suelta a la fantasía y en donde cada quién busca ser cada cual, la redacción del Mirador de Atarfe, al que auguro un futuro brillante y esplendoroso, me invita a que colabore en la sección del periódico que han titulado “Nuestros personajes”.
Acepto con sumo agrado tal ofrecimiento, siendo mi sorpresa mayúscula cuando me indican que la persona seleccionada para esta sección en este número es Arsenio Granados Ramírez. Evidentemente, no puedo ser imparcial al tratar el asunto. Me enorgullece, en tanto que si hoy soy lo que soy, se lo debo a él. A él y a quien en su sombra, mi madre, han hecho posible que los principios de respeto, tolerancia y libertad, alumbren mi forma de ser e impronten en mí los valores para conseguir una sociedad más justa.

De procedencia trabajadora, Arsenio Granados vino al mundo en el 5º cumpleaños de la II República Española. Por azar nació en Albolote pero a los pocos días de ver la luz se traslada a Atarfe, lugar que nunca ha abandonado. Desde muy niño, aprendió el oficio familiar, barbero, y al quedar huérfano de padre quedó al frente de la barbería, la barbería del “Niño Cachas”

El niño Cachas, hace alusión al oficio de barbero. Mis antepasados eran todos barberos: mi padre, mi abuelo, mi bisabuelo… Me contó mi padre que antes las navajas tenían las mangas, las cachas, de color negro. Mi bisabuelo compró una navaja nueva con las cachas de color blanco, así que a todo el mundo que pasaba por la barbería, le mostraba orgulloso el color blanco de la herramienta: “mira que cachas tiene esta navaja”. Así comenzó todo, el niño Cachas, el Cachas.

Las barberías en los pueblos

Las barberías han sido los mentideros de los pueblos, la antesala de la noticia, las tertulias. La nuestra al estar situada primeramente, en la plaza del Ayuntamiento, era un lugar privilegiado donde se daba cita la gente, ya no sólo para arreglarse, sino también para hablar, para debatir, para exponer sus ideas. Durante la dictadura, la barbería era un hervidero de gente de diferentes ideologías, exponiendo sus ideas. Recuerdo como muchas tardes, el maestro Jesús Vílchez, se aposentaba en la silla de la barbería y hablaba de las bondades del régimen y de lo que se había librado España, gracias al caudillo.
Paralelamente y en anonimato, la gente se intercambiaba libros editados en la Unión Soviética, que hablaban de comunismo… Sin duda, un crisol de opiniones donde el respeto imperaba y donde la chispa y el humor dominaban por encima de todo. Me acuerdo de “El Niño Manuel García”, detrás de la puerta con su gracejo e ironías. Son tantas y tantas la persona que han pasado por la barbería, de las que de todas he aprendido. ¿Cuántas veces han entrado preguntando por fulano o mengano?. ¿Cuantos, Arsenio, donde está la calle tal? Posteriormente este papel de las barberías se fue diluyendo y en los últimos años, cambiaron los temas de conversación, siendo predominantes los temas deportivos.

Vendedor de prensa

Cuando comenzó la distribución de los periódicos por la provincia, al ser la barbería un lugar donde se abría muy temprano, me ofrecieron la posibilidad de venderlos, así como ejercer de corresponsal administrativo gestionando las suscripciones y la publicidad. Ese es el germen del puesto de venta de prensa que hoy mantenemos abierto.

El cambio en Atarfe ha sido sustancial hacia lo positivo y lo negativo. Hoy en día gozamos de unos servicios magníficos: sanitarios, educativos, culturales… Sin embargo es patente el decaimiento que vive la calle. Antes, la calle era más viva. Había siempre un gran ambiente, había gente, la calle Real era un hervidero de personas… Hoy al llegar la noche la calle se queda vacía…

Los bares, las cafeterías, los bailes, las terrazas. La gente de otros pueblos venía al cine y a pasear a Atarfe, porque el pueblo ofrecía todo esto al igual que Granada capital. Hoy asistimos impasivos al declive de nuestros establecimientos, porque otras poblaciones cercanas a la nuestra han aumentado su oferta o simplemente porque nos han cambiado los tiempos.

¿Un deseo?

Que nuestro pueblo avance por el camino de la libertad y la tolerancia hacia cotas más altas de bienestar y progreso.

Las fotos ilustran el interior de la barbería en la plaza del Ayuntamiento, estando en ella mi padre junto a Paquito Ríos (DEP) y Basilio Marruecos, fallecido en el día de ayer y a quien dedicaremos una próxima Gacetilla. La otra está hecha en la puerta, estando él junto a sus hermanos (Antonio y Sergio) y vecinos (Antoñito el de la Tienda la Esquina entre otros).

Foto de Gacetilla y curiosidades elvirenses.
Foto de Gacetilla y curiosidades elvirenses.
A %d blogueros les gusta esto: