¿Cuántos votos necesita Susana Díaz para ser investida presidenta de la Junta?

En la primera votación necesitaba que al menos uno de los partidos con menos escaños votara que sí, aunque tal como ocurrió la primera votación esto no ocurrió.¿ Y ahora qué?

Cuántos votos necesita la actual presidenta de la Junta para seguir en el cargo? Las matemáticas parlamentarias son simples, aunque el juego político no lo sea: Susana Diaz necesita en la votación que presumiblemente se celebrará esta tarde/noche la mayoría absoluta de los diputados de la Cámara, es decir 55. Esta situación es bastante improbable ya que solo cuenta con los 47 diputados del PSOE y ningún apoyo más por el momento. Solo se rompería esta afirmación si Ciudadanos a última hora decidiera votar que sí, por lo que sumaría 56 votos (47 del PSOE más 9 de Ciudadanos), más que suficiente para ser investida.

A partir del viernes, día en el que se celebrará una segunda votación, Susana Díaz solo necesita algo tan simple como más votos a favor que en contra, y ahí si entra en juego las abstenciones como una forma para facilitar la investidura y evitar la repetición de las elecciones autonómicas.

En este segundo caso las hipótesis sobre quien se abstiene son las siguientes:

Podemos: Si los de Teresa Rodríguez se abstienen y los demás votan en contra, no le vale a Susana Diaz: 47 a favor y 47 en contra

-PP: Si los populares optan por no votar, si es investida: 47 a favor y 29 en contra

-Ciudadanos: No es suficiente. Necesitaría el apoyo (la abstención) del PP o de Podemos

-IU: Es irrelevante. No es determinante en ninguna de las quinielas.

En la hipótesis del voto favorable, sería suficiente con que Ciudadanos votara que sí (56 a favor), o el apoyo de los otros dos grupos, PP o Podemos.

Si ninguna de estas variables se cumple antes del 5 de julio, se disolvería el actual Parlamento Andaluz y se convocarían nuevas elecciones probablemente a finales de septiembre.

Límite 48 horas. O un poco más si lo que está en juego es el inicio de la campaña electoral de las elecciones municipales que nadie quiere perderse. La segunda votación para aprobar la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta de Andalucía se celebrará en la mañana del próximo viernes día 8 de mayo y no a partir de las siete y media de la tarde de jueves como podría haber sido porque coincide con la tradicional «pegada de carteles».

Horas más o menos, lo importante es que Susana Díaz tendrá que volver a oír a todos y cada uno de los 109 diputados que conforman la Cámara darle o no su confianza y, por el momento, no las tiene todas consigo. Los nervios en el PSOE al término de la jornada de ayer eran evidentes porque estaban viendo cómo no todo iba a ser tan fácil.

Cuando ya casi tenían cerrado el acuerdo con Ciudadanos para su abstención, Albert Rivera desde Barcelona mandó parar y volver a exigir nuevas condiciones, que no han sentado nada bien en las filas socialistas. Su portavoz en Andalucía, Juan Marín, explicaba que Susana Díaz deberá pedir el acta a Chaves y a Griñán en cumplimiento del pacto anticorrupción que ambas fuerzas políticas tienen previsto firmar en esta misma semana.

Y Podemos también se mostraba inflexible, exigiendo el número de altos cargos y medidas claras contra los bancos.

Pero la principal preocupación de los socialistas venía por las filas populares y la «bomba» que el lunes lanzó José Luis Ayllón, uno de los portavoces de Rajoy, asegurando que más inestabilidad proporciona un Gobierno débil que unas nuevas elecciones. Toda una sorpresa ya que el PSOE contaba con la abstención, aunque fuera en el último momento, de los populares para evitar precisamente esas elecciones. Era su as en la manga y también parece haberse diluido ahora.

Las negociaciones se intensificarán a lo largo de la jornada de hoy pero los socialistas no son ya tan optimistas como lo han sido desde el 22 de marzo. La convocatoria de unas segundas elecciones no parece ya tan imposible.

Según establece el artículo 118 del Estatuto, si transcurrido el plazo de dos meses a partir de la primera votación -es decir, el 5 de julio-, ningún candidato hubiera obtenido la mayoría simple, el Parlamento quedará automáticamente disuelto y la presidenta de la Junta en funciones deberá convocar nuevas elecciones.

El plazo de dos meses que marca el Estatuto finalizaría el 5 de julio y la Ley Electoral de Andalucía establece en su artículo 14 que la fecha de las elecciones autonómicas «no podrá estar comprendida entre los días 1 de julio a 31 de agosto», por lo que el decreto de convocatoria no podría fijar la fecha de nuevos comicios antes de septiembre.

publicado en el PAIS, ABC Y EL MUNDO

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