La leptina, la hormona reguladora del apetito, se ha puesto de moda, y hay quien ve en ella la panacea para acabar con el sobrepeso y la obesidad. Que no te engañen, porque no hay nada demostrado: respondemos a tus dudas.

A las dietas milagro les ha salido un fuerte competidor, la leptina, la «hormona del apetito»

¿Qué es la leptina?

La leptina es una hormona que regula el apetito. Su función principal es la de inhibir la ingesta de alimentos y aumentar el gasto energético, para mantener constante el peso corporal.

La leptina es la responsable de generar la señal de saciedad en el cerebro. Para ello, estimula una zona del hipotálamo enviando una señal que informa que existe tejido adiposo suficiente. La consecuencia es que se provoca la reducción en la ingesta de alimentos. Con esto, es fácil comprender que la leptina sea un elemento clave en la obesidad.

¿Cómo llega al organismo?

Esta hormona es sintetizada por el tejido adiposo en cantidad proporcional a la masa grasa del organismo. Cuanta más grasa, más leptina.

Las personas que no sintetizan o no producen esta hormona no disponen de este mecanismo de saciedad y freno de la ingesta calórica con el consiguiente riesgo de desarrollar obesidad.

¿Leptina contra la obesidad?

Con todos estos datos, no es extraño pensar que la “cura” de la obesidad pasaría por tratar a las personas con sobrepeso u obesidad con leptina. Y eso es lo que argumentan los que intentan enriquecerse comercializando esta hormona. Pero:

  • Los niveles de leptina en las personas obesas son normales o incluso superan los normales.
  • Se ha comprobado que quienes padecen obesidad desarrollan resistencia a la señal de esta hormona: es decir a pesar de que se detectan altos niveles de leptina en sangre, el organismo no responde a la señal.
  • No hay pruebas concluyentes de la eficacia de un suplemento de leptina, si bien en algunos ensayos clínicos se ha producido una pérdida moderada de peso en algunos pacientes obesos supuestamente por la inhibición del hambre y la estimulación de la sensación de saciedad.
  • En cualquier caso, la seguridad de esta sustancia aún no se ha determinado, y existen muchos interrogantes que la ciencia debe resolver antes de generalizar su uso.

Por eso, a día de hoy, los médicos no utilizan esta hormona para el tratamiento del sobrepeso u obesidad… pero hay quien la publicita para adelgazar y vende suplementos a base de esta hormona por Internet, de forma bastante irregular.

Desconfía de los milagros

Desde OCU desaconsejamos la compra de medicamentos o complementos dietéticos online ya que no hay una garantía de su composición con la consiguiente posibilidad de fraude y de riesgo para la salud.

La obesidad es un trastorno en el que intervienen factores tanto genéticos como ambientales. Es el resultado de un balance positivo entre la cantidad total de energía ingerida y su gasto, es decir, el que tiene kilos de más es porque come más de lo que gasta… que no quiere decir que coma mucho.

Para equilibrar ese balance la clave está en la dieta y el ejercicio: si no hay una patología asociada, no hace falta recurrir a dietas o pastillas milagrosas.

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