Europa, el colegio y la flexibilización laboral, prioridades de Macron

Las medidas estrellas que el líder del centrista En Marcha pondrá en marcha al llegar al Elíseo

FOTO: Cartel electoral de Emmanuel Macron, líder del movimiento En Marcha. / BENOIT TESSIER (REUTERS)

Emmanuel Macron ha demostrado que en su vida privada lo que cuenta es el objetivo y no el tiempo (esperó años hasta lograr que la mujer conquistada, 24 mayor, se divorciara y se casara con él) . Pero como político es impaciente. Abandonó a su mentor, el presidente François Hollande, al comprobar que no iba a impulsar las reformas prometidas y dejó el Ministerio de Economía sin cumplir los dos años en el cargo por lo mismo.

El socioliberal, de 39 años, pedirá ya al Parlamento en verano «una ley de habilitación» que le permita mediante ordenanzas (una fórmula polémica) «simplificar el derecho laboral» para promover «los acuerdos de empresa o sectoriales». En sus últimos mítines de campaña ha añadido que «implicará a los sindicatos y organizaciones sociales» en una concertación acelerada.

El candidato de En Marcha ha dejado flecos sin descubrir, sin duda para evitar que se organice con antelación un frente sindical contra estas reformas, como las que paralizaron las calles, aeropuertos y ferrocarriles durante meses en la legislatura Hollande/Valls.

Esa liberalización irá acompañada de una ampliación del seguro de paro, que se extenderá a todos los sectores hoy descubiertos ( autónomos, artesanos y agricultores…). Y un verdadero sistema de formación para los demandantes de empleo. La duración legal del trabajo (35 horas semanales) no cambiará.

A medio plazo, en una reforma que tomará una década en completarse, se unificarán los 37 regímenes actuales de pensiones, para «que cada euro cotizado devenga los mismos derechos».

La moralización de la vida pública para evitar conflictos de interés será otra de las medidas iniciales, después del protagonismo que ha tenido durante el periodo electoral los escándalos de supuestos empleos ficticios de François Fillon y Marine Le Pen. Esta última está implicada en seis investigaciones judiciales.

Refundación de Europa

El político, que ha conseguido que miles de personas hondeen con orgullo la bandera azul de las estrellas de Europa -ni la Comisión Europea con su poderosa maquinaria de relaciones públicas lo ha logrado- tiene entre sus objetivos «refundar la Unión Europea». Propone un gobierno de la zona euro con un ministro de finanzas de euro; disciplina con reglas transparentes y, a cambio, pretende obtener «un verdadero presupuesto para la zona» que amortigüe los «choques».

Para ello cree necesario impulsar la relación franco-alemana. «Tenemos diferencias y tendremos desacuerdos» con Berlín, ha admitido, pero sólo con una hoja de ruta clara y restableciendo la confianza podemos avanzar. Como sherpa de Hollande, le acompañó en muchos viajes a Berlín y tiene buenas relaciones con el SPD y la CDU.

«He escuchado la rabia y el enfado de los franceses con Europa», ha reiterado en los últimos días. Ha anunciado que en el primer Consejo Europeo propondrá medidas anti-dumping y pedirá reformar la directiva de trabajadores desplazados, así como exigirá que los mercados públicos europeos reserven la mitad para las empresas europeas, como hacen los EEUU.

Reparar el ascensor republicano

Aprender a hablar, leer y escribir el francés es la madre de todas las batallas para la integración y aminorar las injusticias sociales que provoca el sistema educativo francés, según la OCDE. Se trata de restaurar el ascensor republicano y eso pasa mejorar rápidamente la eficacia de la escuela primaria. Macron quiere reducir a 12 alumnos las clases de los colegios en «zonas prioritarias». Para ello se requieren al menos 12.000 profesores suplementarios.

En Marcha prevé utilizar el contingente formado ya en la actual legislatura como profesorado de apoyo y crear unas 5.000 plazas más. La medida se complementará con más independencia para los centros y aumento de los salarios para los profesores destinados a zonas conflictivas, entre otras iniciativas.

«Derecho al error»

Para simplificar la vida de las empresas, que son las que crean empleo y generan crecimiento, el movimiento En Marcha promueve la unificación de la maraña administrativa, la unificación de los sitios de pago en internet. Y sobre todo el «derecho al error». Se trata de que será la administración la que tenga que probar la mala fe del empresario, salvo en material penal o sanitaria o de seguridad. Es una demanda de las Pymes, más vulnerables a las complejidades jurídicas y administrativas.

CARMEN VELA
París
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