Nuevas tecnologías para vacunar a más niños y de manera más eficiente

Una epidemióloga de Médicos Sin Fronteras relata el desarrollo de una campaña para inmunizar a más de 70.000 niños contra ocho enfermedades en República Centroafricana

República Centroafricana lleva décadas sumida en una grave crisis. Durante muchos años, la enorme escasez de hospitales, de centros médicos y de profesionales de la salud ha sido uno de los puntos más habituales en las alertas que lanzaban las organizaciones humanitarias que están sobre el terreno. Sin embargo, desde que en 2013 el país se sumiera en una espiral de violencia sin fin, aquello que siempre fue preocupante pasó de pronto a cobrar unas proporciones de mayúscula tragedia.

A día de hoy, alrededor de la mitad de la población del país depende completamente de la ayuda humanitaria de emergencia para sobrevivir, la cobertura de vacunación es muy baja y el riesgo de epidemias o muertes por enfermedades prevenibles es extremadamente alto. Con todos estos ingredientes amenazando con desbordar por completo la situación sanitaria, en 2016 MSF implementó por vez primera en el país una campaña masiva de vacunación preventiva. Vacunaríamos a todos los niños que pudiéramos contra ocho de las enfermedades más frecuentes y peligrosas en el sur de República Centroafricana, donde las cifras oficiales mostraban que apenas el 13% de ellos habían sido completamente vacunados a finales de 2013.

En esa primera campaña, vacunamos a 73.000 niños contra poliomielitis, tétanos, difteria, tosferina, hepatitis B, sarampión y ciertas cepas de neumonía y meningitis. Una de las principales novedades para nosotros fue el uso por vez primera de tabletas electrónicas equipadas con una nueva aplicación. Gracias a este avance tecnológico, el cálculo del número de vacunas que debían ponerse a cada paciente y el desglose de cuáles necesitábamos tener listas para cada uno de ellos, se convirtió en algo mucho más sencillo.

Se trataba de una campaña de vacunación con múltiples antígenos, lo que significa que con cada ronda de vacunación inmunizamos al mismo tiempo contra varias enfermedades. Como cada niño tiene sus propias necesidades, es importante para nosotros poder saber uno a uno si debe vacunarse y qué vacunas debe recibir. No todos los niños tienen que ser vacunados contra todas y cada una de estas ocho enfermedades, por lo que viene muy bien tener una ayuda externa que nos ayude a desglosar y clarificar qué tenemos que poner en cada momento.

Alrededor de la mitad de la población del país depende completamente de la ayuda humanitaria de emergencia para sobrevivir

Hasta hace poco, nos basábamos en algoritmos y cálculos mentales. Ahora, esto se hace de manera automática, lo cual ayuda, y mucho, para que haya muchas menos posibilidades de que cometamos errores.

El trabajador sanitario introduce datos básicos –como la fecha de nacimiento o los datos previos de vacunación– y la tableta hace el resto. El error humano se minimiza y los datos se guardan, se exportan y se analizan de inmediato. Es una herramienta que ahorra tiempo y que reduce el papeleo y el tiempo que nos pasábamos copiando los datos en cuadernos.

En la campaña de vacunación de este año aún no vamos a incorporar de manera definitiva el uso de las tabletas, aunque seguiremos usándolas de manera puntual y como parte del proceso de desarrollo de este programa piloto tan exitoso. Muy pronto, estoy segura de que acabaremos implementando esta manera de trabajar en muchos lugares más.

Nuestro objetivo para 2017 consiste en vacunar de forma preventiva a otros 70.000 niños a través de varias rondas de visitas que tendrán lugar a lo largo del año.

La primera de estas rondas tuvo lugar durante los pasados meses de marzo y abril y vino acompañada de una desagradable sorpresa: una epidemia de sarampión que nos hizo reaccionar de inmediato y que nos obligó a adaptar rápidamente nuestra intervención a las nuevas circunstancias. Mis compañeros os irán contando nuestros progresos en las próximas entregas de esta serie.

El pasado mes de marzo, Médicos Sin Fronteras (MSF) comenzó una nueva campaña de vacunación en el sur de la República Centroafricana, donde a lo largo de los próximos meses más de 70.000 niños serán vacunados contra ocho de las enfermedades más frecuentes y peligrosas para la población de esta región. A través de los relatos de tres de sus trabajadores, conoceremos cómo se implementa el uso de las nuevas tecnologías en estas campañas, cómo se lleva a cabo una misión exploratoria para preparar una vacunación a gran escala y cómo se afronta el hecho de encontrarse con una epidemia en mitad de una vacunación que en principio era solo preventiva.

Anna Righetti es responsable de la campaña de vacunación de MSF en el Sur de la República Centroafricana en 2016.

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