El letrado mayor del Parlament de Cataluña y el secretario general del Gabinete Jurídico del mismo Parlament entregaron ayer un informe a la Mesa de la Cámara advirtiendo de que no se puede convocar un pleno para declarar la independencia porque se hace al margen de la ley y tendrá consecuencias para quienes no lo impidan.

Estos son los hechos. Aquí es donde estamos, y anoche en su comparecencia en televisión, el president no ofreció nada con respecto a esto: «Hoy tenemos más cerca que ayer nuestro deseo histórico. El domingo conseguimos hacer un referéndum en medio de un océano de dificultades y de una represión sin precedentes. Dimos un ejemplo en el seguimiento del paro general y estoy seguro de que en los próximos días volveremos a enseñar la mejor cara de nuestro país, cuando las instituciones de Cataluña tengamos que aplicar el resultado del referéndum«.

Fue un discurso suave en las formas pero buscando el tú a tú en la puesta en escena con el Jefe del Estado español. Discurso en el que insistió, contra toda evidencia, en que su hoja de ruta representa a todos los catalanes y en el que pidió mediación.

Es difícil saber si se trata de una táctica más para poder decir que los que no negocian son los otros o si realmente Puigdemont acusa ya el vértigo y la discusión, que nos consta hay, dentro del independentismo sobre la locura jurídica, política y social que representa la DUI. El problema ahora es el control de la calle a la que han dicho que era posible y fácil.

http://cadenaser.com/programa/2017/10/05/hoy_por_hoy/1507180044_684119.html

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