“Se ha querido hacer referencia de forma particular a la iconografía definida por la sola presencia en la escena de santa Ana y la Virgen niña en el momento de su educación.

Esta imagen de la Educación de María, grupo al que pertenece la talla venerada en la ermita de Santa Ana en Atarfe, plasmando el momento en el que la santa enseña a leer y a comprender el Antiguo Testamento a su hija, que si bien tuvo opositores a su representación por considerar que al ser la Virgen presentada y consagrada al templo con la temprana edad de tres años no tenían cabida este tipo de escenas, fue muy notable a partir del siglo XVI como consecuencia del auge que experimentaba el culto a santa Ana.

La devoción popular le otorgaba a la santa un papel esencial en la educación de la Virgen, mostrándola como transmisora de sus virtudes, piedad, caridad, etc…, sublimándose a través de María los dones de su madre.

La disposición habitual era colocar a santa Ana sentada con un libro mientras la Virgen niña, de pie o sentada en su regazo, señala las escrituras mientras, aparentemente, deletrea.

Cautivados por el tema, numerosos artistas hicieron uso de su genio para llevar a cabo la realización del mismo, destacando entre otros Rubens, Murillo, Zurbarán y su escuela, e incluso el ilustre artista granadino Alonso Cano, quienes aportaron un exquisito toque de dulzura y cariño a una escena ya tierna y conmovedora de por sí”.

Extracto del artículo titulado Tradición, arte y devoción de santa Ana, de Manuel Serrano Ruiz, publicado en el especial de las fiestas de IDEAL del año 2003.

Curiosidades elvirenses.

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