El Catastro del Marqués de la Ensenada en Atarfe por José Enrique Granados

El Catastro del Marqués de la Ensenada constituye la más antigua y exhaustiva encuesta disponible sobre los pueblos de la Corona de Castilla a mediados del siglo XVIII. Fue puesta en marcha por Real Decreto de Fernando VI, como paso previo a una reforma fiscal, que sustituyera las complicadas rentas.

Entre 1750 y 1754 todas las poblaciones de «las Castillas» fueron sometidas a un interrogatorio de 40 preguntas, entre las que se incluía el nombre de la población; jurisdicción; extensión y límites; tipos de tierras; árboles; tabernas, mesones, tiendas, panaderías, carnicerías, mercados y ferias, hospitales, tenderos, médicos, cirujanos, boticarios, escribanos, arrieros; albañiles, canteros, albéitares, herreros o zapateros.

Para la villa de Caparacena, anejo del lugar de Pinos de la Puente, el 11 de abril de 1752 se nombró para tal fin a Don Nicolás López de Ballesteros, veinte y cuatro de la Ciudad de Granada, juez subdelegado por el muy Ilustre señor Marques de Campoverde, intendente corregidor y superintendente general de ella y su provincia. Ante él comparecieron el párroco de esta villa, así como Gabriel Martín, alcalde y único oficial de su concejo, Juan de Arantave, juez de hechos en ella y dos peritos nombrados por dicho alcalde, Lucas Ramírez y Matías Jiménez. Antes de nada, y en presencia de Don Juan de Medina cura de su iglesia juran por Dios nuestro señor y ante una cruz según derecho decir verdad.

A la primera pregunta dijeron que esta villa le llaman de Caparacena, siendo jurisdicción del señor Marques de los Trujillos, partido de la tierra de Elvira. Todos los vecinos pagan sus rentas al dueño de las mismas.

El territorio que ocupa este lugar desde levante a poniente es poco más de media legua y del norte del sur otra media legua y que circunferencia tres leguas a corta diferencia; linda por poniente con la jurisdicción del lugar de Pinos de la Puente y tierras del señor Duque de Abrahantes, por levante con el término de la villa de Albolote, por el norte con término de la villa de Moclin y dicho lugar de Pinos y por el sur con el lugar del Atarfe.

Las especies de tierra de que se compone esta villa y su término son de regadío y secano para sembradura y una viña que se compone de ciento y cinco marjales. Dos pedazos de monte y matorrales y diferentes álamos y mimbres con otros árboles infructíferos que se hallan en la ribera de los ríos que riegan las tierras de regadío. El número de vecinos de que se compone esta población es de diez y ocho, los catorce dentro de ella y los cuatro restantes en las casas de campo de su término que son el cortijo de Armengol, el de Silva, Vatán y molino harinero. Estos son algunos datos al respecto.

Curiosidades elvirenses.

Foto de Gacetilla y curiosidades elvirenses.
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