En Granada, Atarfe y otras poblaciones, la primera vez que se enalteció el CORPUS CRISTIS fue hace 526 años, tras la conquista en el 1492.
 ¡El Cuerpo de Cristo quiere estar con su pueblo, en la calle, sin distinciones, sin sufrimientos inútiles; quiere escuchar el trino primaveral de los pajarillos acompañado de las campanas que repican con alegría!

La fiesta del Corpus Christi fue instituida por el papa Urbano IV, mediante Decreto del año 1263, celebrándose ininterrumpidamente durante 755 años.

En Granada, Atarfe y otras poblaciones, la primera vez que se enalteció fue hace 526 años, tras la conquista en el 1492.

Como curiosidad destacamos que el rey Carlos II “el Hechizado”, de la Casa de Austria, mediante real cédula de fecha 14-05-1670, concedió privilegio al arzobispo de Granada de ir en silla representativa en la procesión. Dicho privilegio fue ratificado con posteriores reales cédulas.

Pues eso, AYER a las 20 horas salia la procesión del Corpus Christi en Atarfe. Este año el recorrido será el tradicional por las callejuelas, donde se montarán varios altares.

Recordamos que el Corpus Christi será procesionado en la custodia creada por un vecino atarfeño llamado Juan (por respeto y consideración omitimos los apellidos, pues desconocemos quienes son sus familiares directos y no hemos podido solicitar su cortesía), como decíamos, Juan donó la custodia a la parroquia antes de su fallecimiento. Significamos el tremendo mérito del artista diseñador y creador del ornamento, por la circunstancia de haberla realizado con un solo brazo, el otro lo perdió en la niñez en un accidente.

La custodia fue entregada a la parroquia y bendecida el día del Señor jueves 25 de mayo de 1989, llevando por primera vez en su interior a Jesús Sacramentado en la procesión de aquel día.

Dos circunstancias propiciaron la utilización de la nueva custodia: Que el artista de la nueva ornamentación cedida fuera vecino de Atarfe, y que la custodia perteneciente al patrimonio histórico de interés artístico y cultural de la parroquia atarfeña, utilizada hasta el año 1983, desapareciera de la parroquia, al parecer por robo, y se desconociera el paradero.

Algunos datos interesantes de la primitiva y desaparecida custodia del Santísimo Sacramento son:

Su datación es posible que sea del año 1655. Su peso es probable que fuera de cuatro kilos, su metal plata repujada. Seguramente la base pesaba dos kilos, lo que darían unos seis kilos en total.

Según detalla el profesor doctor Manuel Capel Margarito, tiene una altura de 69 cm, según otros autores tiene 65 cm. El ancho del sol es coincidente en 32 cm.

Se trata de una custodia de base rectangular de 25×16 cm. que descansa sobre cuatro patas repujadas. Sobre tres escalones circulares que están trabajados por el orfebre con detalles propios de este tipo de joyas, se eleva la columna central que se adorna con espirales y ornamentos elaborados en pequeño tamaño. El sol, como eje principal donde convergen las miradas del observador indistintamente del ángulo donde se encuentre, se compone de 14 flamígeros ondulados intercalados entre otros 14 flamígeros lineales terminados en estrellas de 10 puntas cada una, que contienen en su interior una piedra transparente. Culmina la custodia una cruz plateada como señal suprema del cristiano.

Volviendo al lamentable hecho del robo, decir que ocurrió el día 25 de enero de 1984, al parecer siendo denunciado el día 27 del mismo mes. Se encontraba guardada en la sacristía en el interior de un armario junto a varios cálices y copones. Para entrar en la sacristía se requerían dos llaves. Entraron en su interior sin forzar cerraduras, puertas o ventanas. No se apreció señal violenta de ningún tipo. Pudiera darse el caso que los delincuentes permanecieran o entraran en el interior de la sacristía antes de ser cerrada o cuando se procedía a la limpieza del templo.

Es extraño que solamente se llevaran la custodia y dejaran los cálices y copones que estaban guardados junto a ella. Igualmente dejaron el viril de la custodia por estar guardado en otro lugar del recinto.

Al parecer la primera persona que notó la falta fue la persona encargada de su limpieza. Desconocemos quien era, hubiera sido importante poder escuchar lo que vivió en esos momentos.

Saber la forma en que ocurrió realmente el robo sería tranquilizador para los vecinos, y si apareciera la pieza sustraída mejor que mejor.

Importante sería saber si el párroco además de denunciar el hecho (desconocemos ante que autoridad denunció el robo), hizo algún tipo de gestión para recuperar el bien histórico artístico y cultural arrebatado. También sería interesante saber que se deliberó en el consejo de la parroquia, si esas deliberaciones quedaron reflejadas en acta, y si la disminución por robo de la riqueza patrimonial quedó registrada en los libros inventario y parroquial.

En principio el robo de la custodia puede dar lugar a infracciones penales a los autores, cómplices, encubridores y receptores. Sabido es que los objetos sacros robados, hurtados o enajenados de forma ilegal son también sancionados en el código Canónigo.

Corresponde al Ordinario del lugar vigilar diligentemente la administración de todos los bienes pertenecientes a las personas jurídicas públicas que le están sujetas, lo que nos lleva a pensar que sabe adecuadamente el hecho del robo acontecido.

Seguimos interesados en los pormenores del robo para intentar dar con el paradero de la pieza robada.

Agradecemos a José Emilio la información facilitada, sin su ayuda no hubiera sido posible la elaboración del presente.

PARA SABER MÁS:
Capel Margarito, Manuel. Cuadernos de Arte, Universidad de Granada. 1987
Capel Margarito, Manuel. Orfebrería Religiosa de Granada. Volumen II. 1986.
Fotografía de la custodia robada de autor anónimo, reconocemos sus créditos.
Resto de fotografías archivo propio.

 

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