España reclama “ambición máxima” a la UE para relanzar las renovables y la acción climática

Teresa Ribera reclama que las fuentes limpias aporten al menos el 34% de la energía en el 2030, al estimar que las metas actuales son insuficientes para cumplir el Acuerdo de París

eresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, se estrena hoy lunes como representante española ante la UE en un Consejo de ministros de Energía (en Luxemburgo) que puede ser clave para definir los equilibrios en la acción climática europea. En la reunión se ultimará la legislación comunitaria para desarrollar el Acuerdo de París contra el calentamiento.

Los estados negocian en concreto los objetivos comunitarios en materia de energías renovables (solar, eólica, residuos…) y eficiencia para el año 2030, así como las metas sobre descarbonización de su economía (calefacción, refrigeración, transportes). En este dialogo a tres bandas deben ponerse de acuerdo con el Europarlamento y la Comisión (Ejecutivo europeo).

La gran novedad de la presencia de Ribera es que España ha cambiado su posición respecto a la que venía manteniendo el Ejecutivo del PP. Ahora, el Ejecutivo pide elevar al 34%, al menos, la participación de las renovables en el 2030. “Lo que está encima de la mesa no es suficiente para cumplir con el Acuerdo de París contra el cambio climático. Por eso, España va a pedir que haya una mayor ambición; queremos la máxima ambición”, argumentan fuentes del Ministerio de Transición Ecológica. España mantendrá reuniones con Portugal y Francia para actuar en colaboración.

El resultado es que España podría hacer cambiar los equilibrios políticos internos y decantar a Europa hacia posiciones más avanzadas, según interpreta el socialista José Blanco, el eurodiputado ponente de la directiva europea sobre energías renovables.

En cambio, el ex ministro Álvaro Nadal se caracterizó por su apoyo al carbón y sus reticencias hacia fuentes renovables (incluido el bloqueo al autoconsumo con fuentes renovables)

Objetivos europeos en renovables

Los ministros de Energía europeos se plantearon inicialmente como objetivo –para el conjunto de la UE- lograr que el 27% de la energía proceda de fuentes renovables para el año 2030. Sin embargo, en una posición muy distinta el Europarlamento acordó situar esa meta en el 35%.

“El 27% era insuficiente, sobre todo porque la información disponible nos indica que es posible alcanzar el 35%, dada la notable reducción de costes en estos modos de producción”, dice José Blanco a La Vanguardia.

Hasta la llegada del PSOE al Gobierno, el Ejecutivo español sólo había aceptado aumentar esa participación hasta el 30%, y con muchas reticencias. Ahora, sin embargo, desde el Ministerio de Transición Ecológica se impulsa elevar este listón hasta situarlo en el 34%, como mínimo, en línea con lo que sostuvo el eurogrupo parlamentario socialista.

Teresa Ribera, en la cumbre de clima de la ONU Marrakech, donde asistió como directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (Idris, por sus siglas en inglés), prestigioso centro de estudios que asesora al gobierno francés
Teresa Ribera, en la cumbre de clima de la ONU Marrakech, donde asistió como directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (Idris, por sus siglas en inglés), prestigioso centro de estudios que asesora al gobierno francés (EFE)

Giro de España

“España mantenía una posición conservadora; estaba lejos de la propuesta del Europarlamento. Espero que, como se ha comprometido la ministra, en el Consejo se vea el cambio de posición”, añade José Blanco, convencido de que el giro en la posición de España pueda arrastrar a un cambio global en el Consejo del resto de países.

“Y esto desequilibraría las mayorías en el Consejo a favor de una mayor ambición en materia de energías renovables”, sentencia.

En el sentido, el reciente cambio de gobierno en Italia refuerza y avala también esa misma aspiración.

Mientras tanto, la Eurocámara acepta flexibilizar su postura y dejar el objetivo “en torno al 34 % como mínimo”, en línea con la recomendación de la Agencia Internacional de Energía Renovable, explica Blanco, quien apuntó que en el Consejo (que representa a los países) también se está hablando ya de un “31 o 32 %” en renovables.

Biocombustibles, asunto espinoso

También se negocia el papel que deben desempeñar los biocombustibles tradicionales o de primera generación (soja, colza, maíz, palma…) como carburantes usados en el transporte. La voluntad de las instituciones europeas es echar el freno a estos biocarburantes, señalados con el dedo por su fuerte impacto ambiental (deforestación de bosque primario, sustituido por palma aceitera en Indonesia) y porque sus cultivos energéticos compiten con cosechas para alimentación (con lo que encarecen sus productos y puede activar crisis alimentarias). Sólo se aceptarían los biocombustibles realmente sostenibles.

El otro punto a debate es que el Europarlamento acordó prohibir el aceite de palma en el biodiésel a partir del 2021.

En estos dos asuntos hay divergencias en las instituciones europeas. La Comisión Europea propuso que los biocombustibles aporten el 3,8% de los carburantes para el 2030. El problema es que esa meta es inferior a la de la directiva en vigor, que estableció un 7% para el 2020. Y de hecho, ya hay países que ya la han rebasado (sin ir más lejos, España, con un 4,75%, o Francia).

Propuesta de equilibrio del Europarlamento

En este contexto de desigualdad y contradicciones, el Parlamento europeo propuso congelar esos objetivos en los niveles ya alcanzados, para que no se eleven más en cada país y se queden en el rango ya alcanzado.

El Consejo de ministros europeo debe definir hoy cuál es esa fórmula para congelar los objetivos y determinar el año de referencia: si es el 2017, o si el mandato se sitúa en el 2020 (cuando acabar la vigencia de la actual directiva).

Pero se fija la fecha de congelación en el año 2020, “eso es como decir a los Estados que tienen aún dos años para crecer, y nosotros no queremos”, dice Blanco.

Y contradicciones, hasta la FARC

La propuesta del Europarlamento de prohibir la importación del aceite de palma choca sin embargo con las directrices de libre comercio, y ha comportado la queja del gobierno de Indonesia, que amenaza con demandas.

De la misma manera, la Asociación de Productores de Energías Renovables-APPA sostiene que la propuesta del Parlamento es injusta, comporta marcar objetivos con una aplicación retroactiva y, además, la ve discriminatoria para el aceite de palma, teniendo en cuenta que este producto tiene otros usos (alimentarios o cosméticos) y tiene un sello que garantiza una producción certificada sostenible.

Es, por otra parte, una decisión también muy polémica por cuanto choca con los planes de paz del gobierno de Colombia,que, en sus conversaciones con la guerrilla de la FARC, acordó impulsar los biocombustibles para dar salida laboral a los ex guerrilleros que dejaron el frente. “El acuerdo, como se ve, es muy complejo. Requiere muchos equilibrios”, sentencia Blanco.

Central térmica con carbón en Helibronn ( Alemania ) de la empresa Energie Baden Warttemberg (EnBW)
Central térmica con carbón en Helibronn ( Alemania ) de la empresa Energie Baden Warttemberg (EnBW) (Llibert Teixidó)

Descarbonización de la economía

En el Consejo también debe fijarse la meta sobre eficiencia energética, apoyo al autoconsumo y los planes de energía y clima que deben elaborar los países con vistas a conseguir una descarbonización de la economía para el 2050. Para esa fecha, debe haber conseguido reducir las emisiones de gases invernadero un 95% (respecto a 1990), lo cual obliga a los países a establecer una senda para ir analizando la evolución.

Las organizaciones ecologistas también esperan que España salga del grupo de los países más conservadores en esta parte de la negociación, es decir, que se distancie de las tesis de Polonia, un país con una alta dependencia energética en el carbón, según informa Efe.

“En el último par de años, hemos visto más retroceso que progreso en las políticas sobre clima y energía en España”, declaró Wendel Trio, director de la Red de Acción Climática (CAN) para Europa Wendel Trio.

Esa organización espera que “Ribera, con su rica experiencia previa, ahora puede ponerse al día rápidamente y garantizar que el objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE para 2030 sea mucho mayor que el 40 %”.

Para los ecologistas, solo así la UE podrá cumplir con sus compromisos para alcanzar el objetivo global de contener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2º C con respecto a los niveles preindustriales, recogido por el pacto internacional alcanzado en París en 2015.

, Barcelona

http://www.lavanguardia.com/natural/20180611/444289787902/teresa-ribera-giro.html

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