Estas son algunas soluciones que aconsejan los expertos para dormir con altas temperaturasNo puedo dormir con este calor”. Esta es la frase más repetida en los últimos días en plena ola de calor. Ya por encima de 26 grados, el mecanismo de refrigeración se pone en marcha e interrumpe el sueño. Imaginen cuando los termómetros llegan a marcar 48 grados como ha ocurrido durante esta semana.

Así, repasamos algunas posibles soluciones que aconsejan los expertos:

Pies fríos

Al dormir, la temperatura del cuerpo no baja por igual, sino que las extremidades se enfrían más. Tener los pies demasiado calientes impide conciliar el sueño. Un truco es sumergirlos en agua fría antes de ir a dormir. Las manos también. Si no los secas, la evaporación los mantendrá frescos un rato más.

Otra opción es llevarse a la cama un paquete de enfriador congelado, como los que se usan en las neveras portátiles, y jugar con él entre los pies hasta que llegue el sueño.

Cabeza fría

La cabeza también necesita estar a menor temperatura que el resto del cuerpo para dormir bien. Mantenerla fría es esencial para el insomnio, incluso cuando no hace calor. Una primera medida es usar una almohada más pequeña, que mejore la circulación del aire por la cabeza.

Una buena inversión es una almohada de huesos de cereza o similar. Además de proporcionar buena transpiración, se pueden enfriar en el congelador. De esta forma, mantendrán la cabeza fría durante un buen rato.

Sigue la corriente

Si no existe la posibilidad del aire acondicionado, abrir las ventanas hace que la corriente de aire enfríe ligeramente tu cuerpo. Esto es suficiente para conciliar el sueño. Si la opción de abrir las ventanas no es rentable, un remedio clásico efectivo es el de colocar un barreño con hielo delante de un ventilador.

Otros consejos

Los aparatos electrónicos emiten calor, de manera que es recomendable sacarlos de la habitación o desenchufarlos. Por la misma razón, es preferible utilizar las lámparas lo menos posible, y cambiar las bombillas incandescentes o LEC por otras de bajo consumo. Apenas cogen temperatura y ahorran energía.

Las bebidas alcohólicas alteran el descanso, al igual que las digestiones pesadas. También es conveniente evitar los alimentos calientes, porque obligan al cuerpo a generar más calor para asimilarlos. El consumo de agua también es muy necesario, porque el cuerpo la necesita para reducir la temperatura corporal.

Es recomendable reemplazar las sábanas pesadas por unas ligeras. Quita los protectores de colchón o cubrecolchones gruesos que retienen ccalor, y cualquier edredón pesado. Mejor usa sábanas más ligeras como sábanas de algodón.

Meter las sábanas en un plástico y dejarlas en el congelador unas horas antes es otra buena opción. La sensación de frescor cuando te tumbes sobre ellas no durará mucho, pero ayuda a conciliar el sueño.

La ducha mejor templada que fría. Si la temperatura del agua es demasiado baja, el metabolismo reacciona generando energía y por tanto, calor. Si el agua está a temperatura ambiente, no se produce esa compensación y la sensación de frescor será más prolongada.

Usar prendas de colores claros. Los colores oscuros absorben el calor del sol y se mantienen calientes durante más tiempo que la ropa clara.

Duerme con ropa de algodón. Aunque creas que permanecer desnudo puede mantenerte frío, sin embargo, eso puede hacer que sientas más calor y evita que la humedad se evapore entre el cuerpo y la superficie en la que duermes. Opta por prendas de algodón y evita las telas sintéticas como nailon o seda, ya que no son transpirables.

Otra solución efectiva es la de colocar un apósito o gasa fría en el cuello o la frente. Desliza una gasa fría bajo el cuello, en la frente o bajo los brazos, cerca de las axilas. Enfriar la parte trasera del cuello, la frente o bajo los brazos también ayuda a enfriar el resto del cuerpo.

Beatriz Rodríguez

 

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