LAS TÁCTICAS DEL CALENDARIO Por JUAN ALFREDO BELLÓN para  EL MIRADOR DE ATARFE del domingo 09-08-2018

El Calendario o Libro de las Calendas era entre los romanos el compendio donde se reflejaban las distintas partes del año y que, por tanto, constaba de la sucesión de los 365 días

agrupados en los doce meses y en sus respectivas semanas y días, incluyendo también las cuatro estaciones y, para remitir a un tiempo remoto, nos enviaba ad calendas graecas, id est a los tiempos de los griegos. entendidos entonces como la Antigüedad Clásica o los años de Mari Castañas.

Se trataba pues de amojonar el tiempo, en el buen sentido de las palabras, facilitando así la adscripción cronográfica de los días, las horas, los meses, las semanas, los años, los lustros, las décadas, los siglos y hasta los milenios, distribuyendo entre ellos los acontecimientos y datándolos para atribuirlos a nuestra memoria y a la de los demás, amansándolos y domando la sucesión salvaje de lo sucedido para ponerla de nuevo a nuestra disposición y dominar el totum revolutum desconcertante de lo que acaesce.

Pongamos por ejemplo la historia más reciente del Partido Popular granadino, bajo la ínclita dirección de Sebastián Pérez, alias Sebastianico, si nos ceñimos al modo de nombrarlo propio de quienes guardaban con él una relación de familiaridad y cercania amistosas, al estilo de la confianza

camaraderil cazurra de quienes lo han tratado toda la vida (“desde luego, este Sebastianico es la misma polla, pues no que ha sabido manejárselas con toda la gracia del mundo para conseguir celebrar los congresos del ámbito provincial de su partido hasta conseguir hacerlos moverse en los terminos exactos de su voluntad y en el ámbito de lo que le salía a él de sus mismísimos cojones… ¡No hay que ser cabrón ni nada…! ¡Pues no es verdad que Juan García Montero le ha impugnado el proceso congresual ante el juez y este le ha dado la razón, le ha anulado los resultado y ahora se tiene que repetir otra vez de arriba a abajo¡ ¡Anda que el Torres Hurtado no estará contento ni na con el varapalo…! ¿Y ahora qué va a pasar? ¿Tendrán que empezar todo el proceso congresual de nuevo desde cero hasta el infinito?

Y va el gachón ahora y pide ayuda a los barandas de su partido para que lo auxilien en esta trifulca que lo acongoja pero solo se la pide a los jerarcas, a los de la medianía para arriba que, piensa él, son los que de verdad saben cómo se han hecho siempre las cosas en el seno de la derechona, piramidalmente, qué carajo, nominando y cooptando a los quienes se les han visto maneras de mandar que se demuestran como el movimiento, pues andando ¿no? ¡coño!

Es, como yo digo, como manda el Trump ese, por twitter, como tiene que ser y luego, agarrando un libraco de actas descomunal de aquellos antiguos de la contabilidad como los que hay en los escaparates de las Bodegas Castañeda y firmando las leyes y, sobre todo, los decretos-ley con una plumaca grandísima, que tal parece un pedazo de rotulador con el que le sale una letra descomunal, con todos los signos muy juntos y la rúbrica, de mucho mando, como si fuera un chorreón de hormigas cojas, de estos son mis cojones y a ver quién es el bonico que no me obedece a mí ¿Eh? Con este pedazo de firma dibujada poniendo la mismisima cara que el Loco Carioco y ejecutada en menos tiempo del que tarda en persignarse un cura majareta.

Y que los del PSOE, que no hablen, que ellos tienen la mismísima mierda dentro y no pueden ni chistar, que no saben ni por asomo lo que es la democracia interna. Y nosotros no tenemos nada de lo que arrepentirnos y en absoluto nada que rectificar. Y vamos a ganar todas las recurrencias que interpongamos ante los jueces timoratos que acabarán dándonos la razón como han tenido que hacer con el padre Román, con nuestro probo Arzobispo y con Cristo que lo fundó; bueno, con todos menos con Torres Hurtado, que ese además de cateto es un orgulloso de Píñar y no sabe rectificar, escoger sus amigos ni elegir sus enemigos.

Ni tampoco sabe amojonar el calendatio, equilibrar anualmente las fiestas, adoctrinar con ellas al pueblo llano y sencillo y trasferirle las mañas convenientes para irse de rositas con la absolución de los tribunales y la bendición de los confesionarios, los púlpitos y los altares y el perdón de Talía, como supo hacer Francisco Franco dejándolo todo atado y bien atado.

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