LO TUYO ES PURO TEATRO, por JUAN ALFREDO BELLÓN para  EL MIRADOR DE ATARFE del domingo 07-10-2018

No hay nada tan popular como aquellas manifestaciones artísticas que emanan de formas folclóricas arraigadas en el uso lúdico cotidiano. Así, La Lupe fue una apreciada interprete de la canción mexicana famosa entre otras muchas por esta, titulada Lo tuyo es puro teatro, en la que el miembro femenino de una pareja reprocha al otro la poca verdad de sus palabras de amor: eres un embustero; mientes cuando dices que me amas; mientes más que hablas y que sepas que no te creo tuyo es puro teatro, siempre finges y yo te conozco y lo sé.

Este género, que podríamos llamar las quejas o los plantos de amor, es una vieja variedad del subgénero lírico famoso y conocido por la frecuencia con que los amantes proclaman y se reprochan la falta de amor y la mentira con que se la rebozan. Los amantes la esgrimen con frecuencia y alternativamente con la fuerza del bolero hispano: Ya sé que tienes novia; / ya sé que no me quieres… Es un bolero cantado con cuerpo y alma por Lucho Gatica (Reloj, no marques las horas / porque voy a enloquecer / Ella se irá para siempre / cuando amanezca otra vez). con esa lentitud (des-pa-ci-to) que solo tiene la música de ritmo y letra latinos, cantada al bamboleo de la sangre española de Manolo Tena (…cuando estoy contigo a solas).

Por eso, estos días se despliega ante el abanico de nuestra mirada, el sentimiento español y el desafecto del catalanismo soberanista y hay que reflexionar sobre los fenómenos que nos desgarran desde el punto de vista del desafecto de la conciencia colectiva de lo español, forjada también desde el de la catalanidad incluída e incluyente de esta Ciudad (y Región) de los Prodigios que Eduardo Mendoza incluyó en el molde de la narrativa picaresca y de aventuras cuyos correlatos son los muñecos diabólicos de los Pujol y de los Más, que nada tienen que envidiar a los más grotescos del Lazarillo, del Buscón don Pablos o del Guzmán de Alfarache o de La verdad sobre el caso Savolta.

Y lo peor es que la cercanía de los acontecimientos nos impide ver la gravedad del caso, lo inexorable del choque de trenes que se avecina donde nadie reconocerá su responsabilidad en la tragedia donde entre todos la mataron y ella sola se murió. Es esta maldita y diabólica comedia cada cual representará el papel que le corresponde y que la terrible intervención de los hados le tienen designado. Y Puigdemont, Torra, Rajoy, Sánchez, el Cristo que los fundó y la Virgen de Monserrat que lo va a parir y nosotros mismos que lo sufriremos somos al final marionetas de este jodido teatro que es la vida y la Historia si alguien muy decidido y muy clarividente no lo remedia.

Porque la vida es puro teatro en el sentido más calderoniano de la palabra y tú, y yo, y los almogavarees y sus pretendidamente herederos populistas que ahora quieren, necesitan, exigen un lugar diferenciado en el mundo, pese a quien pese y cueste lo que cueste, no damos ni dan fácilmente el brazo a torcer y estamos a punto de hacer un pan como unas santas y puñeteras hostias.

Y mientras tanto, en Granada, el ferrocarril sin regresar, el AVE sin inaugurar, la estación y el soterramiento sin acometer, el acelerador de partículas sin acelerar y el desarzobis-contatino-politizador, aquí ta pancho, sin desarzobis-constatino-poltanizar y yo, con estos pelos.

Y eso no es nada para como voy a estar cuando disuelvan las correspondientes cámaras de representación parlamentaria y toquen a rebato y haya que hacer las respectivas campañas (locales, ¿regionales? nacionales y europeas) si es que Europa no ha desaparecido para entonces y nosotros no hemos acabado diluyéndonos en el líquido dela historia.

FOTO: EFE

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