“Richard Gerver: hay que cambiar el sistema educativo para crear una generación capaz de solucionar las crisis del siglo XXI”

Cambiar el sistema educativo para dejar a nuestros hijos y nietos el legado que les permita enfrentarse a los desafíos de un mundo global que cambia a velocidad de vértigo. Es la propuesta de Richard Gerver, considerado un gurú de la educación, que en una conferencia magistral ha desgranado las claves para crear la escuela del mañana.

Ha sido en el marco de la II Feria de Educación Británica, organizada por El British Council y la UK Trade and Investment, donde Gillian Flaxman, directora del British Council School, ha explicado la esencia del Curriculum Británico y la Responsable de Secundaria del colegio, Pamela O’Brien, las claves para acceder a las más prestigiosas universidades británicas.
En un mundo que se enfrenta a grandes desafíos y a tres crisis globales, provocadas por el hombre (económica, medioambiental y de cohesión social) el reto, dice Richard Gerver es crear una generación de jóvenes preparados para buscar soluciones, porque para nosotros ya es tarde. «Hemos sido nosotros con nuestro modelo educativo los que hemos creado estas crisis y por eso hay que cambiar el modelo, porque ya no funciona», asegura. «Solo una generación suficientemente relajada para ser ella misma y con la confianza necesaria para desafiar las convenciones, para asumir riesgos y para atreverse a ser diferente sabrá encontrar las soluciones para un camino positivo hacia el siglo XXI». Y esa generación hay formarla en la escuela, pero con un modelo diferente que empiece desde las aulas de educación infantil.

Para argumentar la necesidad de cambio, Richard Gerver se apoya en el último informe de la OCDE, del que destaca varias conclusiones. La más importante, que los sistemas educativos sólo valoran el éxito a partir de los resultados académicos y no dan importancia a las habilidades interpersonales. Lo que, en definitiva, ensancha el abismo entre el mundo laboral y la preparación académica.Para Gerver,»el sistema tradicional está basado sobre todo en muchos exámenes para ir pasando etapas. Pero en la era postindustrial debemos diseñar un nuevo sistema basado en el empoderamiento y no en el control». Y, para ello, pide dar un paso adelante y «diseñar sistemas basados en necesidades y no en ideologías, sistemas basados en habilidades y competencias. Asegurarnos de que, el sistema explora el increíble potencial del alumnado de manera individual, y que les ayuda a ver cuál será el lugar que cada uno de ellos ocupará en un futuro complejo y en constante evolución».

Para muchos estudiantes, el proceso de aprendizaje no es más que la preparación de exámenes de diferentes materias, y muchos no entienden para qué o porqué. Por eso, Gerver defiende todo lo contrario: «la educación es un asombroso regalo; el más importante y poderoso que cualquier sociedad civilizada puede conceder a sus jóvenes. Debemos, hacer que el aprendizaje sirva para el presente, que sea importante para el alumno desde el colegio».
Gerver concluye que «la educación debe ser una celebración de lo que puede lograrse, de lo que puede llegarse a descubrir y crear», y que «el proceso de aprendizaje debe incluir la capacidad de asombrarse y de maravillarse, debe estar lleno de posibilidades». Por eso, para él «las mejores aulas son aquellas que rebosan de alegría, son lugares donde los niños se sienten bien, relajados, y tienen interés por aprender, y donde los profesores, a su vez, disfrutan enseñando. Porque un niño feliz y relajado aprende dos veces más rápido que uno que no lo está».
Cada niño es único

«Cada niño es único y aprende de manera distinta y a ritmos diferentes». Es una de las premisas destacadas por Gillian Flaxman directora del British Council School, en su presentación, «Comprender el Curriculum Británico, qué se enseña, cómo se aprende». La experimentación, la creatividad, los valores y el desarrollo integral de los alumnos, son las claves de este modelo.
En el Curriculum Británico, según Gillian Flaxman, los niños aprenden a ser fuertes e independientes, en un entorno que favorece el desarrollo y el aprendizaje. Los más pequeños, en infantil aprenden y evolucionan a través del juego, la música y las manualidades, pero con actividades orientadas a trabajar las pre-matemáticas y la lectoescritura.
En los años siguientes, el programa está orientado a favorecer el desarrollo integral del alumno como persona, con una fuerte educación en valores y con la curiosidad, la creatividad y la expresión como herramientas clave para que alcancen su máximo potencial. «Se promueve la independencia del alumno, y tratamos de crear mentes investigadoras para todas las materias, a través de clases estimulantes e interactivas en las que alumno tiene un rol muy participativo», explica Flaxman.

En el colegio, nos dice la directora, «creemos que lo importante es aprender experimentando, no memorizar. Intentamos conseguir jóvenes con éxito, confianza y ciudadanos responsables, capaces de enfrentarse al futuro. Jóvenes creativos, que puedan hablar en público, innovadores y que sepan tanto trabajar en equipo como de forma autónoma».

Con la conferencia «El Bachillerato mi llave maestra para acceder a las Universidades Británicas», Pamela O’Brien, Responsable de Secundaria en el Colegio, ha ofrecido las claves para los interesados en cursar estudios superiores en los más prestigiosos centros de Reino Unido.

Muy importante a la hora de optar por un centro británico es saber que son muy exigentes y que piden un nivel académico muy alto. Además del expediente global, cada facultad valora los resultados obtenidos en las materias relacionadas y también las actividades extracurriculares que se han realizado y que pueden aportar un valor añadido a la candidatura.
En el sistema español, explica O’Brien, «hay una nota de corte para entrar en la universidad. En el sistema inglés, las notas son importantes, se exige tener un tener un certificado de inglés, pero además, las universidades británicas «quieren ver a una persona diferente, una persona que puede aportar algo distinto». Por eso se aprecian mucho valores como el liderazgo, el carácter emprendedor, el trabajo en equipo, ser capaz de hablar en público. Y todo eso hay que reflejarlo en el «personal statment», o carta de presentación que debe acompañar a toda candidatura a una universidad británica. «Se único, muestra lo mejor de ti mismo intentando sobresalir», aconseja Brien a los estudiantes.

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