La rebaja fiscal ahorrará 15 euros por persona al mes

  • La recaudación tributaria ha mejorado gracias al alza del consumo.La decisión la ha tomado personalmente Rajoy, pero la norma no está elaborada. La medida ha cogido con el paso vacacional cambiado a muchas empresas.Ahora son las clases medias, y también las altas, las que salen más favorecidas. Con la reforma ya completada ahora, se pone el contador fiscal a cero desde 2011

¿Por qué el Gobierno adelanta la segunda parte de la reforma fiscal, cuando el consumo va como un tiro y la economía disfruta de un viento de cola que ha catapultado al PIB a liderar el crecimiento europeo? ¿Por qué cuando hay muchas dudas sobre el cumplimiento del objetivo del déficit del conjunto del Estado, decide reducir la recaudación en otros 1.500 millones de euros este año? La respuesta no es económica.

Es verdad que la recaudación tributaria ha mejorado gracias al alza del consumo. Por ejemplo, hasta mayo la caja del IVA ha subido un 5,1% en términos homogéneos y un 1,2% los ingresos por los impuestos especiales (hidrocarburos, alcohol, luz o tabaco). Pero, por IRPF, tras la aplicación desde enero de la primera parte de la reforma, los ingresos sólo crecen un 0,1% pese a que hay medio millón de empleos más que hace un año.

Además, el Gobierno, que ha fijado un déficit del 4,2% para la Administración Central, se ha comprometido este año a financiar a coste cero los fondos de liquidez y créditos comerciales tanto de las autonomías como a los ayuntamientos.

Una decisión personal de Rajoy

La decisión la ha tomado personalmente Rajoy. Ha habido una cierta precipitación, quizá ante los datos que confirman un frenazo del empleo y en la caída del paro, porque la entrada en vigor en julio de la reforma prevista para 2016 se hará con efectos retroactivos. Es decir, se aplica desde el uno de julio, operará por tanto en la nómina que los trabajadores cobrarán a fin de mes, pero la norma no está elaborada. Ni siquiera hoy se tratará en el Consejo de Ministros. Se hará la próxima semana. Además, la medida ha cogido con el paso vacacional cambiado a muchas empresas que tendrán que acelerar sus procesos informáticos antes de fin de mes para que el trabajador perciba un aumento de su poder de compra por la baja del impuesto.

En realidad, esta nueva rebaja no afectará al menos a los más de ocho millones de contribuyentes que ganan menos de 12.000 euros, ya que se suprimió la tributación de este colectivo (mínimo exento) en la reforma de 2015. Y muy poco lo notarán los contribuyentes entre 12.000 y 15.000 euros, unos 4 euros al mes, porque ya resultaron agraciados en la primera parte de la reforma por el juego de las deducciones personales, familiares y del rendimiento de trabajo.

De media, el resto de los contribuyentes podrá disponer de unos 15 euros más al mes, que notará en una menor retención a cuenta que le practicará su empresa. Es el resultado que observarán en la nómina de fin de mes.

Si en la primera parte de la reforma de enero de 2015 las clases salariales bajas, donde se concentra el mayor número de contribuyentes y de posibles votantes, fueron las más beneficiadas porque dejaron de pagar este impuesto, ahora son las clases medias, y también las altas, las que salen más favorecidas porque en mayor o menor medida son el objetivo de este adelanto.

Ahorro fiscal

La rebaja supondrá un ahorro fiscal para un trabajador sin hijos con unos ingresos brutos de, por ejemplo, 20.000 euros anuales, de unos ocho euros en este mes, que añadirá a los 25 ya obtenidos desde enero por la anterior rebaja.

Mientras, una nómina de 30.000 euros al año de un empleado con un hijo aumentará en unos 14 euros mensuales. Para el mismo supuesto, y unos ingresos de 40.000 euros al año, ganará unos 28 euros más al mes, que llegarán a los 56 si se obtienen rentas de 60.000 euros.

En todo caso, a medida que aumentan los ingresos crece en términos absolutos (en euros) el beneficio de la nueva aplicación de la reforma. Pero, en términos relativos, es decir, en porcentaje, son las rentas medias y altas las más favorecidas. Por ejemplo, una nomina con 40.000 euros obtendrá un descuento fiscal del 4,87% mientras que el de una que gane 150.000 será del 4,48%.

Según el Gobierno, con la reforma ya completada ahora, se pone el contador fiscal a cero desde 2011, incluso en algunos casos mejora. Es decir, a partir de este mes el gravamen del IRPF retorna a los niveles de 2011.

Sin embargo, el Gobierno había anunciado este retorno para 2014 ya que el gravamen complementario, es decir, la subida del impuesto para obtener más ingresos se había anunciado para dos años (2012 y 2013). Pero, se ha aplicado durante tres ejercicios completos. Sólo en 2015 se compensó parcialmente aquella subida y, es ahora, en julio, cuando se ha completado.

Tipos marginales más bajos

La rebaja consiste en configurar una nueva tarifa con tipos aplicables más bajos. Por ejemplo, el tipo marginal hasta 12.450 euros de base imponible era del 20%, y ahora será del 19%. El del 25% que se contemplaba hasta los 20.200, pasa al 24%. El del 31% a las rentas hasta 35.200 baja al 30%. El del 39%, hasta 60.000 euros de rentas, pasa al 37%. Y el máximo, que hasta ahora era del 47%, aplicable a partir de 60.000 euros, se reduce al 45%.

Estos cambios también afectarán a las retenciones practicadas a autónomos y profesionales. Si los trabajadores por cuenta ajena y con rentas inferiores a 15.000 euros anuales tenían una retención del 15%, que comenzó a aplicarse en julio de 2014, el resto tenía el 19%. Ahora, ese 19% se reduce al 18%.

El coste fiscal de este adelanto de la reforma supondrá unos 1.500 millones, que se añadirán a los 3.400 de la que ya comenzó en enero. Pero no todo este aumento de poder adquisitivo será para las rentas de trabajo. Aunque está integrada en el IRPF, también se anticipa la segunda rebaja de la tributación del ahorro, que supondrá más de 200 millones de coste fiscal.

Así, si en 2015 un depósito o una plusvalía de una casa o de unas acciones en Bolsa tributaban al 20% hasta los 6.000 euros, ahora será del 19%. Las ganancias superiores a 6.000 euros y hasta los 50.000 tendrán un tipo de gravamen del 21%, un punto menos que hasta ahora. Y las generadas a partir de los 50.000 euros, tendrán un tipo del 23% frente al 24% actual.

Esta decisión de Rajoy fuerza además a las autonomías a reducir también el 50% de la tarifa que le corresponde para adaptarla a la nacional. Si lo hacen, también obtendrían menos ingresos cuando se mantiene la duda de si cumplirán o no por primera vez este año el objetivo de déficit.

La reforma de enero no ha sido aplicada por regiones como Cataluña o Andalucía y, ya que las retenciones de los trabajadores se realizan con la tarifa nacional más baja. De este modo, cuando los contribuyentes de estas regiones hagan la declaración en 2016, correspondiente a 2015, se encontrarán con que el resultado es que les sale a pagar.

Por último, este adelanto no afectará al Impuesto de Sociedades

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