Probablemente algo importante cambió en España cuando el periodista, bloguero y publicitario Pablo Herreros consiguió, en una iniciativa personal y con una campaña al margen de los medios tradicionales, retirar de la parrilla de Telecinco uno de los buques insignia de la cadena, La Noria.

Fue en octubre de 2011. El programa emitió una entrevista pagada a la madre de El Cuco, uno de los presuntos asesinos de Marta del Castillo. Herreros lo consideró indecente y pidió en su blog a las marcas anunciantes que retiraran su publicidad de ese programa porque en caso contrario «promoveríamos un boicot a sus productos». La adhesión social fue de tal calibre -170.000 peticiones a través de la plataforma Change.org, por ejemplo- que las marcas se asustaron y fueron retirando sus productos de ese programa… hasta que se quedó sin patrocinadores y tuvo que cerrar. Herreros ganó. Algo importante cambió, repito, y quizá no nos dimos cuenta: un simple bloguero humilló a la primera televisión de España… con la ayuda de las redes sociales.

El España-Holanda de 2010 congregó a 15,6 millones de espectadores; un bloguero español tiene 12 millones de seguidores en Youtube

Rubén Doblas, ElRubius, es un noruego-español de 25 años que tiene 12 millones de seguidores de sus vídeos en su canal de Youtube, creado a principios de 2012. Si tenemos en cuenta que la prórroga de la final del Mundial de fútbol de Sudáfrica entre España y Holanda -¿qué más se puede pedir en televisión?- congregó a 15,6 millones de telespectadores es fácil concluir la inmensa potencia que puede tener una red social entre los ciudadanos. Y no hace falta ni estructura empresarial ni apoyo oficial. Basta con un móvil e ingenio.

Todo ese caldo social ha llegado a la política y se ha notado en las dos últimas convocatorias electorales. Los programas del «martilleo sobre la corrupción» que cita Rajoy no suman cuatro millones de espectadores cada fin de semana. En España ya hay 14 millones de usuarios de redes sociales de entre 18 y 55 años -el 82% de quienes utilizan internet- que entran al menos cinco días cada semana y están en ellas una media de 2 horas y 51 minutos semanales. Las redes sociales son ya mucho más que cualquier comentario desgraciado que te puede fastidiar una carrera profesional. Suponen la nueva forma que tienen los ciudadanos de comunicarse entre sí y también con los políticos, al margen de lo que hasta ahora se consideraban cauces establecidos. Por eso, alguien del PP debería rastrear las reacciones que han provocado en las redes las primeras declaraciones de los nuevos nombramientos de Rajoy para enderezar el rumbo del partido. A lo mejor se da una idea de lo que espera a los populares en un futuro próximo.

@vicentelozano

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