Calatayud: «No es no, con copas o sin copas»

Hace unos días, me tocó de compañero de vagón en el AVE un joven, probablemente, menor de edad, que se pegó todo el viaje viendo porno en el móvil. Y luego nos extraña que haya ‘manadas’. Lo que antes era pura clandestinidad, ir a un videoclub tratando de pasar por un adulto para conseguir una película X era una aventura, ahora está a una simple click. Y como hay niños que tienen móviles con conexión a internet desde los diez o los once años, pues luego ocurre lo que ocurre.

En este sentido, en los juzgados estamos viendo un repunte de los casos de abusos o agresiones sexuales entre menores. En mi opinión, y además de la facilidad para acceder a la pornografía, tiene relación con el ‘caso de la manada’. Ese suceso, seguramente, ha favorecido que haya más denuncias, lo cual es bueno. Las mujeres y las niñas no deben callarse: no es no, con copas y sin copas, con porros, y si porros.

Pero también puede estar generando un efecto de imitación. La línea que separa la información del espectáculo puede ser muy delgada. Si alguien que no supiera nada del ‘caso de la manada’ viese que los miembros de ese clan están cada dos por tres saliendo por la tele, igual podría pensar que son ‘estrellas’ de algo.

Quizá se una obsesión mía, pero últimamente veo a muchos adolescentes que visten, se pelan y tienen los mismos músculos de gimnasio que los miembros de la ‘manada’. Será una casualidad.