Cuatro mujeres asesinadas en cinco días por violencia machista

El número de mujeres muertas a manos de sus parejas o exparejas asciende a 21 en lo que llevamos de 2015. Preocupa que se produzcan casos entre la gente joven: la última víctima, de 27 años, falleció tras ser rociada con gasolina por su exnovio. Esta misma semana, la ONU reprochaba a España el «grave y desproporcionado» impacto de la austeridad en las mujeres

Cuatro muertes en cinco días. Ese es el trágico balance que la semana pasada deja la violencia machista. La última víctima es una joven que fue asesinada presuntamente por su ex novio tras rociarle con gasolina  en una tienda de Santa Cruz de La Palma.

El miércoles, otra joven de 25 años murió tras ser apuñalada por su pareja de 29 años en un domicilio de la localidad madrileña de Arganda del Rey. El martes, los cuerpos de una mujer, de 30 años, y de su compañero sentimental, de 36, aparecían en el interior de un vehículo en una pista forestal de A Telleira , en Santiago de Compostela. La jueza confirmó que se trataba de un caso de violencia machista por parte de la expareja de la mujer.  Finalmente, el pasado domingo, en la localidad asturiana Pravia la policía encontraba los cadáveres de una mujer y su cónyugue en la casa que compartían.

 Cuatro asesinatos que ascienden el número de víctimas por mortales por violencia de género a 21 en lo que llevamos de 2015. Además, otros tres casos se encuentran en investigación. Uno de los aspectos que preocupa es el hecho de que se estén produciendo casos entre la gente más joven, dos de las cuatro víctimas no llegaban a la treintena de edad.

Precisamente, la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Blanca Hernández, atribuía este viernes el crecimiento de los comportamientos machistas entre la población joven y la mayor tolerancia de las nuevas generaciones hacia la violencia de género, al hecho de que en los hogares «se repiten, se repiten y se repiten roles sexistas» como que las chicas «son quienes han de recoger la mesa» y los chicos «quienes deciden qué se hace y toman las decisiones».

«No somos conscientes de que lo que se conquista con las leyes también hay que conquistarlo en la sociedad -ha advertido-. En la Delegación vimos que había un problema claro entre la población más joven y nos parecía raro en un país como España que se lo había tomado tan en serio. Así que nos pusimos a estudiarlo».

Según ha explicado, entre las conclusiones que han extraído de la observación figura la repetición, por parte de las familias, de «ideas, mensajes o estereotipos que perpetúan muchas veces el amor mal entendido, que es germen de violencia». Por ejemplo: que los celos «son muestra de amor» y que «si está celoso es porque le quiere», o que «está bien que los chicos salgan con muchas chicas, pero está muy mal que las chicas salgan con muchos chicos», según ha señalado.

Junto con esta causa, ha apuntado que la «gente joven», en ocasiones, «no ve que las desigualdades entre hombres y mujeres existen» (ante lo que ha señalado la desigualdad salarial del 22% en España) y «se creen que ya está todo hecho» debido a que existen leyes al respecto.

Sobre lo mucho que queda por hacer en España se ha pronunciado también el Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW en inglés).  En un informe f echado a 17 de junio, la CEDAW identifica algunas lagunas en la ley integral contra la violencia machista, aunque reconoce el avance que supuso su aprobación hace ahora 11 años. 

Entre ellos, el hecho de que no cubre todos los supuestos de violencia por cuestiones de género, únicamente los que ocurren en el entorno de la pareja o expareja. Por otro lado, urge a «garantizar una formación obligatoria de jueces y personal administrativo sobre violencia de género». Además, llama la atención al Gobierno español sobre el caso de Ángela González, cuyo exmarido asesinó a la hija de ambos en un régimen de visitas después de ser denunciado por maltrato.

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