Simón de Rojas Clemente Rubio en su vista a Andalucía efectuada sobre 1804, describe Sierra Elvira de a siguiente manera:
“La dirección de la Sierra de Elvira es en Este 1/4 al Sur (correcta declinatione). Su ancho 1/4 de legua, el Atarfe, pegado a su falda Albolote, distante de ella cerca de 1/2 legua.



Por Levante (así como la Nevada) remata la Sierra de Elvira adelgazándose muchísimo insensiblemente, por su Norte no tiene tajo alguno y cubre su roca el derecho de ella misma. Ya vimos que por Oeste tiene (como la Nevada) un remate ancho tajado y orgulloso. Se eleva la Sierra de Elvira sobre el Atarfe unas 200 vars lo más. La de Alfacar es mucho más alta.

En la Sierra de Elvira no se descubre otra roca que la caliza, casi siempre muy compacta y purísima en algunos (o casi todos los) sitios altos, pues la que emplean para piedras de molino es muy blanca y parecida en todo a la del Barrueco, excepto estar más resquebrajada, por lo que no salen, ni es facial sacar tan buenas piedra para moler (esto hace que se traigan muchas de Moclín ya días ha, se usan sólo unas y otras para el pan blanco).

Esta caliza pura está en masa, no estratificada, y tal aparece la de sus más altas cumbres. Pero en las inferiores está constantemente estratificada y muy perceptiblemente, el grueso de sus estratos es de una pulgada a tres cuartas; entre estrato y estrato (entre banco y banco u hoja y hoja, dicen los canteros) hay casi siempre un lecho delgadito de arcilla más o menos mezclada con cal, comúnmente roja, a veces ocreosa, azulada o verdosa.

Los estratos son de bello negro con venitas blanco-espáticas en la Cantera del Rey, de que todavía se hace uso cuando se quieren buenas piezas para frontales, etc., de pardo, a veces gris, gris verdoso en las otras canteras, donde continuamente hay gente trabajando para la losería y piedras que para usar pulimentadas apicoladas o en bruto llevan a Granada y otros Pueblos vecinos.
Sobre los estratos de las canteras actuales descansa un banco de almendrón de hasta vara y 1/2 de grueso cuyos cantos además de los dichos varios colores suelen también ser rojos, pero su mala unión por la arcilla y marga inutiliza esta pudinga.

Sobre y entre los estratos calizos suele haber otros de marga más o menos endurecida en la que me dicen se hallan petrificaciones. Tres amonitas vi yo sobre el calizo pasando desde las canteras de Frías a la de las piedras de molino.

El pedernal basto o que se desgrana se encuentra también embutido en la caliza como hacia la falda de los Castillejos y en los estratos del Peñón Bermejo.

Los canteros pican en muchos sitios y profundizan poco, es muy notable que en todos los sitios de esta fachada de la Sierra se levanten los estratos hacia el Sur o mire a esta plaga, no al centro de la Sierra, su ángulo agudo de unos 45 grados, que va disminuyendo hasta casi horizontarse los estratos conforme subimos. He aquí porqué tiene la Sierra tantos tajos por el lado del Sur y carece de ellos por el opuesto.

La pudinga vasta cubre sus faldas. La superficie de los estratos suele estar arborizada. Sólo son hediondos los de la Cantera del Rey. Las varias hendeduras que se ven en la roca de la Sierra (pequeñas simas) son, parece, efecto de los temblores, como tal vez los tajos”.

Preciosa imagen de Sierra Nevada, de autor anónimo y datada en 1750, cortesía de Manuel Titos en donde además de la montaña del sol y del aire, podemos distinguir un sinfín de lugares entre los que se encuentra Atarfe y Caparacena.

Curiosidades elvirenses.

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