Silvia Oñate ha llevado hasta Bruselas su lucha para que no se discrimine a este tipo de uniones

La pareja de Silvia Oñate murió repentinamente hace dos años. En ese momento, ella creyó que, como era su pareja de hecho, tenía derecho a la pensión de viudedad. Pero no, dado que el año pasado había ganado más dinero que el fallecido, lo que supone una discriminación con respecto a aquellas parejas que sí que deciden pasar por el altar o el juzgado.

Y es que en nuestro país hay 1,7 millones de parejas que se encuentran en esta situación provocada por la ley General de la Seguridad Social, que en su artículo 221 establece que solo tendrán pensión de viudedad aquellas parejas de hecho en las que la viuda o viudo tuviera menos ingresos que el fallecido.

Silvia Oñate ha conseguido llevar su lucha al Parlamento Europeo, más en concreto a la Comisión de Peticiones que preside Dolors Monserrat. Esta sevillana de 50 años ha conseguido que desde la Comisión se solicite a España el fin de esta discriminación recogida por la ley. Desde Europa se ha pedido que se lleven a cabo las modificaciones legales que sean necesarias.

Recién aterrizada desde Bruselas, Silvia ha atendido a La Ventana para contarnos su experiencia y cómo está siendo el proceso. Ha dicho que se trata de “un fallo del sistema que se evidencia, un error legislativo reconocido”. Además, asegura haber conseguido el apoyo de muchos eurodiputados de distintos grupos políticos.

También ha citado el artículo 39 de la Constitución, que recoge que los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia. Y es que en su caso particular sí que ganó más que su marido antes de que falleciera, pero justo después se quedó en paro y a cargo de dos hijos: “Mi marido murió en noviembre y yo desde marzo ya no ganaba más que él”.

“Nuestro estado civil es legítimo, pero también legal” nos dice. También comenta que ahora mismo están presentando mociones en todos los municipios para instar al gobierno a cambiar la ley.

Para nuestra invitada esta discriminación “genera una gravísima feminización de la pobreza”, ya que la mayoría de las viudas suelen ser mujeres. Esto, según Oñate, hace que “se agrave el desequilibrio económico que se padece tras el fallecimiento de la pareja”.

Néstor Báez

https://cadenaser.com/programa/2019/11/14/la_ventana/1573750560_434263.html

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