Las 5 ciudades más ‘sostenibles’ del Planeta

El otro día estaba paseando por mi ciudad y no pude evitar quedarme absorta mirando los edificios. Me puse a pensar en cómo las sociedades cambian y, con ellas, las formas de vivir, de construir.

Así que, inevitablemente, me puse a pensar sobre las ciudades del futuro… ¿serán como las que nos prometen las películas de ciencia ficción con coches voladores y edificios súper tecnológicos? ¿O tal vez sea otra cosa totalmente distinta?

Como bien os dije hace unos cuantos posts, de aquí a dentro de unos años, las ciudades van a crecer, y mucho, pero también van a cambiar porque las sociedades ya lo están haciendo.

Cada vez va a haber más población que se concentrará en los grandes núcleos urbanos. Por lo que dar un cobijo sostenible a todos los que están por llegar es un reto real al que hay que ir planteando soluciones. Y esas soluciones tienen que comenzar aquí y ahora.

Vimos las señales de las malas prácticas que estábamos (y estamos) ejerciendo. Vimos cómo cada vez había más especies en peligro de extinción, cómo el calentamiento global provoca bruscos cambios de clima, ascensos del nivel del mar y aumentos de temperatura.

Y no hicimos nada. Pero hay que ser positivos y, aunque algo tarde, afortunadamente, abrimos los ojos y empezamos a ponerle remedio.

Hemos ido poco a poco y, aunque no existe aún la ciudad perfecta, hemos intentado construir, de manera colaborativa, Smart Cities o «Ciudades ingeligentes», como lo queráis llamar.

Este proyecto de ciudad no es igual en todas partes, ya que se ajusta a las necesidades de cada país y cada zona, pero se trata de un gran avance sobre el que hay que seguir caminando.

Así que, aprovechando que cuestiones relacionadas con el cuidado energético están en la agenda de líderes políticos, he decidido hablaros hoy de cinco ciudades eficientes. Porque a veces no hay que esperar al futuro, hay que construirlo.

¿Qué es una ciudad eficiente y qué requisitos debe cumplir?

Las ciudades eficientes son aquellas que se han desarrollado basándose en la sostenibilidad. Pero, entendiendo por «sostenible» (no solo) que no contamina, sino entendiéndolo de manera multidimensional y multifacética.

Una ciudad sostenible debe ser capaz de responder a las necesidades de instituciones, empresas y habitantes en el plano económico, social y medioambiental.

Por eso, cuando se hace algún ranking sobre ciudades sostenibles, no se mira únicamente cuántas emisiones de CO2 produce, sino que se tienen en cuenta varios factores:

Por un lado, está el pilar social, que se encarga de estudiar la calidad de vida de la población: educación, sanidad, equilibrio entre trabajo y ocio…
Por otro, está el medio ambiente: ¿cuánto contamina la ciudad? Mide también el reciclaje, si se emplean o no renovables, las zonas verdes, etcétera.
Finalmente se encuentra el factor económico, que es fundamental que se encuentre en sintonía con los otros dos. Es el que estudia la salud económica de los habitantes de la ciudad.

Por ejemplo, el IESE Business – Universidad de Navarra todos los años realiza el Índice de Cities in Motion analizando diez dimensiones:

gobernanza,
planificación urbana,
gestión pública,
tecnología,
medioambiente,
proyección internacional,
cohesión social,
movilidad y transporte,
capital humano, y
economía.

Top 5 de ciudades eficientes

¿Sabíais que, en todos los rankings sobre ciudades europeas, Europa es el continente que más capitales aporta? Pues sí, chicos. Somos muy afortunados.

Vancouver (Canadá)

Vancouver es un modelo de ciudad verde: sustituyen transportes contaminantes por bicicletas (tiene uno de las redes de carril bici más largas del mundo), monitorizan los posibles desastres naturales, el Gobierno presenta propuestas buscando el bienestar de ciudadanos y visitantes.

Producen el 90% de la electricidad partiendo de energías renovables, principalmente hidroeléctricas. Y… su propósito para este año: construir edificios de carbono neutro.

Copenhague (Dinamarca)

Es una ciudad tranquila y segura, en la que la bicicleta es la reina de las calles. Entre sus proyectos a largo plazo se encuentra colocar cubiertas verdes para todos los edificios de obra nueva.

Ha logrado crear una increíble cultura ecológica, por lo que es normal que quiera mantener su título de ciudad verde europea.

Reikiavik (Islandia)

En cuestiones medioambientales, los países nórdicos aventajan al resto, peor Islandia sobresale. Islandia presentó un plan de acción en el cual se fija como objetivo conseguir una ciudad libre de carbono para 2040.

Además, más del 90% de su energía total procede de renovables, especialmente de la hidroeléctrica y la geotérmica. Por ejemplo, el transporte público funciona a base de hidrógeno, que no emite contaminantes.

Estocolmo (Suecia)

En 2010 tuvo el título de capital ecológica europea, y es que… Apenas llega a emitir 3,4 toneladas de emisiones de carbono al año (¡¡el promedio europeo es de 10 toneladas!!).

Además, es una de las ciudades que más destaca por su efectiva gestión de residuos y por su inversión en infraestructuras sostenibles.

San Francisco (EEUU)

San Francisco suele figurar entre las ciudades más sostenibles de Estados Unidos. Hace unos años anunció que había logrado una altísima tasa de reciclaje y, además, fue pionera en prohibir bolsas de plástico en los establecimientos.

Por supuesto, la lista podría ser mucho más larga, pero estaríamos aquí horas y horas mencionando y hablando de ciudades: Tokyo, Portland, Londres, Nueva York, Zúrich…

¿Y España?

España no se queda atrás en ciudades sostenibles, y menos aún desde que existe el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), del que ya os he hablado en alguna ocasión y segurísimo que lo volveré a hacer.

Hace unos años que se ha responsabilizando de su futuro y se está esforzando en crear ciudades autosostenibles e inteligentes.

Hace tiempo la única smart city era Barcelona, pero ahora son más: Madrid y el proyecto MiNT, Valencia, Málaga, Sevilla o Vitoria son algunas de las ciudades verdes que continúan esta lista. Tal vez os hable de estas ciudades inteligentes en otro post.

Fuente: La Energia de Luzia