HOMENAJE QUE EL MIRADOR DE ATARFE HACE A ESTA GRAN PROFESORA FEMINISTA, GRANADINA Y UNIVERSAL QUE NOS DEJO A PRINCIPIO DEL MES DE MARZO.

Publicado en El Nuevo Herald 9-15-2016

La mujer hispana aún se la percibe como sumisa’, dice experta

       Aurora Morcillo, profesora de historia de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), en el campus de la institución.

Aurora Morcillo, profesora de historia de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), en el campus de la institución.

La hoja de vida de la Dra. Aurora Morcillo, catedrática de historia de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), cuenta con más de 13 páginas. Ha publicado cuatro libros y tiene dos más en proceso de publicación, todos con prestigiosas editoriales académicas. Quien repase someramente los logros de esta especialista en estudios de género, le será difícil creer que esta mujer en la plenitud de su vida y su carrera, provenga de una familia humilde. Aunque siempre inculcaron la importancia de la educación en Aurora –estudiante precoz y brillante desde pequeña–, la familia temía que se sintiera avergonzada de ellos.

“Esa fue una de la primeras cosas que aprendí en Estados Unidos. España es una sociedad altamente clasista. Aquí se valora que una persona haya venido de abajo, y logre tener éxito. Así que no oculto mi origen, me enorgullece.”

El camino al prestigio que se ha ganado en el campo de los estudios sobre la mujer, esta feminista serena, bien informada y de una energía vital incalculableno ha sido fácil. Estudió su licenciatura y maestría en la Universidad de Granada, su ciudad natal, gracias a becas obtenidas por sus buenas calificaciones. En el segundo año de estudios, se fue a Inglaterra a trabajar como au pair y a mejorar el inglés. Regresó a Granada, terminó la carrera y empezó a solicitar admisión a todas las universidades que ofrecían estudios en la lengua de Shakespeare. Su esfuerzo de contactar a múltiples embajadas en la era preinternet fue arduo pero recibió por fin una oferta para cursar el doctorado en la Universidad de Nuevo México. Le ofrecieron el pago de la matrícula y $6,500 al año. Los padres se preocupaban de cómo se las arreglaría con esa modesta cantidad. Pero ella no lo pensó dos veces. Metió todos los papeles de sus investigaciones en una maleta que se llevó con ella y fletó la ropa.


Todavía, si alguien puede escoger entre un hombre o una mujer hispana para
un puesto de responsabilidad, él tendrá más posibilidades de que lo empleen

Aurora Morcillo, profesora universitaria

Si escaseaba el dinero, sobraba la voluntad de ser, y Aurora Morcillo recibió el diploma de Ph.D. en 1995 después de terminar su tesis sobre la universidad franquista desde la perspectiva de género. Esa tesis se convertiría en su primer libro. True Catholic Womanhood. Gender Ideology in Franco´s Spain publicado en 2000 y con una segunda edición en 2008. El título y el volumen no solo fueron su pasaporte al mundo académico, sino una herramienta para entender mejor los cuentos sobre la Guerra Civil Española que había escuchado en su casa durante su infancia, y reflexionar sobre su niñez y adolescencia entre las postrimerías del franquismo y la transición democrática.

¿Qué significa ser una mujer hispana en Estados Unidos?

“La mujer norteamericana sin duda ha alcanzado muchos logros, pero con respecto a la hispana en este país existe aún una visión estereotipada en la que se la percibe como sumisa, lo que no encaja con la realidad. La mayoría de las latinas son trabajadoras, independientes, muy fuertes y decididas. Y no reciben una porción justa del pastel. Todavía, si alguien puede escoger entre un hombre o una mujer hispana para un puesto de responsabilidad, él tendrá más posibilidades de que lo empleen.”

Ha observado que las luchas entre el imperio inglés y el español hace cuatro siglos, aún crean tensiones soterradas. Cita el ejemplo de colegas en Nuevo México de origen mexicano que resentían cualquier crítica al español, justificando su existencia en un territorio que fue de España y México hasta 1848.

“El hispano es parte de la americanizad de este país. Pero el anglo se ha apropiado de la narrativa nacional cuando históricamente es muy multicultural. Sin ir más lejos, San Agustín se fundó antes que Jamestown,” explica.

De la mujer en América Latina señala una verdad evidente. Esté uno de acuerdo o no con sus ideologías o trayectorias, en las últimas décadas varias mujeres –Violeta Chamorro, Cristina Fernández, Dilma Rousseff, Laura Chinchilla, Michelle Bachelet, Mireya Moscoso, entre otras– han ocupado la presidencia en sus países, lo que no ha sucedido en España ni en Estados Unidos. Tal vez aquí ocurra este año.

Morcillo reconoce los logros de la mujer en España en la era postfranquista, aunque resalta que la violencia contra la mujer continúa siendo un problema grave. También señala que el feminismo en su país natal se ha identificado con los partidos de izquierda, y no es de extrañar porque el Partido Popular (PP) continúa aferrado al modelo de familia tradicional, con la visión de la mujer como madre y ángel, cuya misión es cuidar a la familia: niños, esposo y los de tercera edad.

“La mujer de derechas adquiere un rol público (de hecho hemos tenido mujeres en la política desde siempre como Pilar Primo de Rivera) aceptando el patriarcado como medio y espacio de acción. Sin embargo, la mujer de izquierdas cuestiona al patriarcado e identifica las tensiones de poder que existen también entre mujeres”, apunta.

En su libro más reciente En cuerpo y alma: ser mujer en tiempos de Franco, publicado por la editorial Siglo XXI en 2015, Morcillo aborda la relación simbólica entre el estado dictatorial de Franco y el cuerpo alegórico femenino de la nación.

Aurora lleva casada veinte años con Charles Bleiker, un californiano de origen suizo y escocés, profesor de Early Childhood de la Facultad de Educación de FIU. Tienen un hijo, Carlos, en el umbral de los 18 años. Me enseña con orgullo las fotos en su móvil, en un gesto típico de mujer moderna.

Morcillo es femenina y feminista, alegre y muy seria, granadina y universal, profesora y eterna investigadora, que disfruta el presente y vive dedicada a entender y hacernos entender nuestro pasado, es decir, la historia, como puente hacia un futuro que su optimismo vital hace presentir mejor.

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