Avanzamos en la desescalada y poco a poco se van viendo los brotes verdes en los deportes individuales cuya vuelta a la normalidad nos está brindando los primeros episodios que están marcando la pauta a seguir en los próximos meses.

Mientras el mundo del fútbol profesional ha disputado ya la primera jornada de la reentré con la misma estructura que antes del parón por la pandemia con la única excepción de disputarse a puerta cerrada, el atletismo que ya había disputado algunas pruebas muy locales en República Checa eso sí poniendo en liza a sus mejores espadas (mini-meeting de Kladno con la doble campeona olímpica en jabalina Barbora Spotakova bautizado “back on track” que lanzó 63.69) o había confrontado a tres de los mejores especialistas mundiales de la pértiga saltando desde sus respectivos jardines (Duplantis, Lavilleny, Kendricks en los “Ultimate garden clash”) celebra en el Estadio Bislett de Oslo una edición especial de sus Bislett Games (prueba encuadrada en el Word Tour o Liga de Diamante) denominada “Impossible Games”, primera prueba de relevancia tras la crisis sanitaria del Covid-19 contando con grandes nombres (Lavillenie, Duplantis, Warholm, Stahl, los Ingebrigtsen, Cheruiyot, Manangoi, Sprunger), pero sobre todo grandes innovaciones: enfrentamientos a distancia de cientos de kilómetros, carreras con un solo atleta e intentos de récords en pruebas muy poco habituales. Vuelve el atletismo pero con imaginación y distanciamiento social.

Los resultados no han podido ser más espectaculares: Record mundial para el doble campeón mundial Warholm en la inhabitual distancia de los 300 vallas si bien la imagen dada por el campeón noruego fue espectacular, corriendo en solitario por su preferida calle 7 con una zancada plena de fuerza, marcando rítmicamente los 13 pasos entre vallas y pulverizando el anterior tope del británico Rawlinson por 70 centésimas dejándolo en 33.78.

Record Europeo para el pequeño de los Ingebrigtsen en 2000 m (4.50.01) enterrando el anterior tope de Steve Cram. Cinco vueltas a 58 segundos. Se alinean dos equipos: Noruega vs Kenia, el equipo noruego está formado por los tres hermanos Ingebrigtsen (Jakob, Filip y Henrik) más dos compatriotas que harían de liebres mientras el keniano comandado por Cheruiyot (campeón mundial) al que acompaña un Sub 3.30 Manangoi y Keter, también con dos liebres. Mientras los primeros corren en Oslo con 12 grados de temperatura los kenianos lo hicieron días antes en la altitud de Eldoret (2000 m) y bajo un diluvio lo que sin duda les pasó factura resultando ganador el equipo fraternal con todos los cronos por debajo de 4.57 destacando que Filip 45 minutos antes había batido el record noruego de 1000 m al parar el crono en 2.16.40.

Con este crono Jakob desplaza a nuestro José Manuel Abascal (4.54.20) al cuarto puesto europeo aunque se queda lejos del tope mundial de El Guerrouj (4.44.70).

También consiguió el record europeo Moen en los 25.000 metros con 1h12.46.

En pértiga se impuso con 5.91 el joven Duplantis que compitió en la distancia con el francés Lavilleny que se quedó en 5.86 en el jardín de su casa. También se disputaron los 300 vallas en categoría femenina donde se impuso la subcampeona olímpica, la danesa Pettersen con 39.42 ante la favorita Sprunger que colapsó en su intento de meter 13 zancadas entre vallas; el disco con el sueco Stahl con unos discretos para él 65.92, los 3000 femeninos donde la local Grovdal intentaba el record noruego de Grete Waitz ayudada de una liebre lumínica; además hubo carreras de 100 metros, 200 vallas, 600 y 10.000.

Denominados “juegos imposibles” los resultados nos han demostrado que muy al contrario “nada es imposible” como el lema de la campaña de ADIDAS en 2004 para hacer frente a los gigantes Nike y Reebok. Esta campaña IMPOSSIBLES IS NOTHING jugaba con la reflexión de Muhammad Alí quien decía: «Impossible is just a big word thrown around by small men who find it easier to live in the world they’ve been given than to explore the power they have to change it. Impossible is not a fact. It’s an opinion. Impossible is not a declaration. It’s a dare. Impossible is potential. Impossible is temporary. Impossible is nothing».

 

Haciendo bandera de este silogismo (nada es imposible; el atletismo es algo; el atletismo es posible) en Granada el campeón de Europa Sub 23 de 1500, Ignacio Fontes, se metió un test de 3000 sin liebres, sin señales lumínicas y en solitario marcando 8.03 que da idea del estado de forma en que se encuentra y cuya repercusión ha sido posible a su difusión en redes sociales.

Destacar también la iniciativa del equipo ‘NN Running Team’, para el que corren atletas como Eliud Kipchoge, Bekele, Kamworor o Cheptegei entre otros atletas, que consistía en completar un maratón entre cuatro corredores y que ha sido seguido por más de 100.000 corredores en todo el mundo. El corredor de montaña Kilian Jornet se alineó en uno de los conjuntos logrando completar el reto en 32.25 a 3 minutos/km lo que no hace sino incrementar la expectación por su debut en pista o asfalto, algo similar a lo vivido justo antes de la pandemia con la vuelta del triatleta Mario Mola al Cross que se saldó con un magnífico 7º puesto en el nacional de la especialidad. La anécdota fue que tuvo que realizar dos intentos para conseguirlo pues en la primera ocasión el GPS sólo le marcó 10.490 metros por lo que ni corto ni perezoso lo volvió a intentar para cubrir esos 10 metros que le faltaron en el primer intento.

Lo cierto es que para los que llevamos viendo atletismo muchos años no deja de ser sorprendente un hecho como el narrado y que tras un primer intento que se supone a tope sobre una distancia nada despreciable de 10 kms se vuelva a hacer un segundo en el mismo día mejorando la marca del primero. Pues bien, aunque IMPOSSIBLE IS NOTHING prefiero esperar a vivir el esperado debut de Kilian en asfalto o pista para verificar su verdadero valor en una prueba con jueces como testigos.

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