«LA REALIDAD DETRÁS DE LOS DATOS: LA VIOLENCIA DE GÉNERO EXISTE» por Maria Serra

Las víctimas mortales a causa de violencia de género ascienden a 41 en lo que va de año, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Igualdad.

Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como «todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada».

Son muchas las polémicas que surgen en días como el Dia contra la Violencia de Género o el Día de la Mujer. Siempre hay gente inoportuna que propone debates absurdos entorno al ámbito feminista que nada tienen que ver con la realidad que nos afecta diariamente a las mujeres.Lo sensato y racional es, en todo caso, demostrar el porqué de nuestras palabras y el porqué de nuestras reivindicaciones. Cierto es que el feminismo no le debe nada a nadie ni necesita demostrar nada para su posterior “aceptación”. Sin embargo, en vista de la desinformación y falta de discurso crítico existente en nuestros días, nunca está de más silenciar argumentos vacíos y llenos de odio con datos oficiales.

Según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer publicada en 2019 por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, el 27,7% de las mujeres sufrieron violencia sexual fuera de la pareja y únicamente el 8% denunció la situación. En este caso, los agresores fueron hombres en el 99,6% de los casos. Respecto al 38,2% de las mujeres que sufrieron una violación fuera de la pareja, solo en 18,8% el agresor era un desconocido.

En cuanto a la violencia en la pareja actual o pasada, la macroencuesta muestra que 3.118.723 mujeres no denunciaron ni acudieron a servicios de ayuda tras episodios de violencia con su pareja. Aquí se materializa la gran cantidad de casos, ocultos para las instituciones y autoridades, que carecen de un amparo y protección para la víctima. La mejora de recursos y medios para este tipo de casos es una carencia que el sistema español lleva arrastrando años.

De las 41 mujeres asesinadas este 2020, en el 14’6% de los casos había una o más denuncias previas frente al 85,4% que no tenía ninguna. Los porcentajes abren así un doble debate en el que llegamos a dos conclusiones: No hay ayuda y confianza suficiente en las instituciones para que las víctimas denuncien y en aquellos casos en los que lo hacen, hay un alto porcentaje en el que las ayudas ofrecidas no son suficientes para acabar con la violencia y proteger a la víctima.

Los números relacionados con la violencia contra la mujer no cesan y en los últimos años han experimentado un crecimiento considerable. Según la Estadística de Violencia Doméstica y Violencia de Género de 2019 publicada por el INE (Instituto Nacional de Estadística), el número de mujeres víctimas de violencia de género aumentó un 2% en el 2019, hasta 31.911. Casi la mitad de las víctimas (47,1%) tenían entre 25 y 39 años, siendo la edad media de 36,6 años. Por otro lado, el 63,06% eran nacidas en España frente al 36,93% extranjeras.

Uno de los argumentos que más gusta arrojar a los más controvertidos (por llamarlos de alguna manera) es la “falta” de un parámetro, según ellos, que recoja los hombres asesinados a manos de mujeres.

Lo cierto es que esos datos existen y aparecen incluidos en la “Violencia Doméstica” (aquella que se produce entre miembros del núcleo familiar con previa convivencia) donde aparecen las mujeres fallecidas por razones no relacionadas con la violencia de género así como los hombres. Recordemos que la violencia de género recibe ese nombre por ejercerse expresamente contra una mujer “por el hecho de serlo”. No podemos comprar y agrupar estas víctimas con las resultantes del ámbito doméstico, donde la víctima puede ser tanto una mujer como un hombre.

En este caso, el número de mujeres víctimas en violencia doméstica (4.748) sigue siendo mayor que el de hombres (2.906). Pasa justo al contrario con las personas denunciadas, en las que el 72,01% son hombres.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) ha instado a los gobiernos a que adopten medidas para reducir la violencia contra las mujeres, con motivo del 25N. Las estimaciones mundiales indican que alrededor del 35% de las mujeres han sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.
La exigencia de nuevas medidas y una mayor atención a este ámbito es el resultado del Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud realizado por la OMS. El informe concluye que la violencia contra las mujeres ocasiona afecciones como lesiones físicas, síndromes de dolor crónico, depresión y comportamientos suicidas. En la macroencuesta, el 53% de las mujeres que sufren violencia sexual confiesa haber tenido consecuencias psicológicas, porcentaje que asciende al 78,9% entre las víctimas de violación.

España, por su lado, ha aprobado un incremento del 15% de ingresos en el cumplimiento del Pacto de Estado de Violencia de Género, con una partida prevista de 180 millones de euros.
No hay más que analizar estos datos y pararse a sacudirse los prejuicios e ideologías para darse cuenta de que la violencia de género existe y es un problema de grandes
dimensiones. No podemos poner el foco en debates absurdos que solo buscan desvalorizar y ridiculizar un movimiento como el feminismo. Nosotras y nosotros debemos exigir y reivindicar nuestros derechos como ciudadanos, exigir una normativa más eficiente y no aceptar más demagogia política. El ser humano como sociedad todavía necesita entender muchas cosas que escapan, en ocasiones, a nuestra critica. Sin embargo, no podemos seguir aceptando razonamientos que niegan este tipo de violencia y ponen en duda lo que sufren miles de mujeres a lo largo de sus vidas.

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