César Bona, finalista del Nobel de profesores: «El reto es que salgan de la escuela haciéndose más preguntas»
El profesor de educación primaria, nominado al ‘Global Teacher Prize’ 2015, presenta su nuevo libro, ‘Humanizar la educación’, en el que sugiere un nuevo modelo de enseñanza basado en estimular la curiosidad del alumnado
La crisis sanitaria, económica y social que estamos viviendo ha provocado una profunda transformación en muchos campos. Ahora bien, ¿y en la educación? ¿Servirá lo que hemos vivido para reflexionar o volveremos a los parámetros pedagógicos previos a la pandemia como si nada hubiera pasado?
Estas y otras muchas cuestiones las aborda el maestro de educación primaria César Bona, nominado al ‘Global Teacher Prize’ 2015 , en su nuevo libro ‘Humanizar la educación’. Una obra que invita a aprovechar este momento para replantear la educación que queremos.
“Una escuela en la que los alumnos aprendan a respetarse a ellos mismos, una educación basada en el compromiso social, y en enseñar a mejorar el mundo en el que vivimos”. En definitiva, “una escuela a las que los alumnos estén deseando volver al día siguiente” es lo que propone César Bona en su libro. Un cambio radical en el paradigma didáctico que tendría su génesis en la pregunta que todo padre debería haberse: “¿para qué le gustaría que sus hijos fueran a la escuela?”
Para el profesor no es, ni mucho menos, una utopía. Tal y como ha expresado en ‘La Ventana’, “siempre hay que ser optimistas con la educación”. El problema es, explica, que estamos perpetrando la educación que recibimos: “Educamos como fuimos educados”. El cambio debería empezar, por tanto, por estimular un aprendizaje basado más en la comprensión que en la memorización. Dicho de otro modo, en palabras de César, que surjan los “sí, pero”. “Hay que sopesar los dos lados de la balanza, ver a lo que damos peso y a lo que deberíamos dar peso”, añade.
El mismo título del libro invita a “recuperar aquello que nos hace humanos”, transmitir a los alumnos esos valores universales en los que se apoya nuestra civilización: la solidaridad, la curiosidad y la sociabilidad. “Ese es el gran reto: que salgan de la escuela con más preguntas de las que tenían al entrar, que tengan curiosidad por el mundo que les rodea”, explica César.
El problema no está, sostiene el profesor, tanto en los profesores que forman el sistema educativo como este sistema en sí mismo. “Hay miles de docentes que desean tener una escuela así, que quieren invitar a reflexionar”. “Pero es tal el peso del contenido”, añade César, “que no hay tiempo para escuchar, y así, es difícil educar”.
CADENA SER
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