Fue condenada antes por un delito de sustracción en lugar de investigar la raíz de su huida, una denuncia de malos tratos.

El Gobierno está en trámites del indulto a Juana Rivas. El negacionismo machista, presente en partidos políticos, reaccionó ofendido. Quizás, la situación de Juana Rivas merece bastante memoria histórica: saber por qué se llega al indulto y cómo hay cuestiones que se vociferan para esconder errores bajo la alfombra o pasar de puntillas sobre ellos. 

¿Por qué esa necesidad de desviar el foco en el caso Juana? Para, de forma muy evidente, impedir la reflexión y el análisis sobre los errores que el sistema ha podido cometer. Y ya no solo sería necesario por Juana en sí, sino para evitar que esos errores se repitan en otras víctimas. Aún más en casos que afectan a hijos e hijas.

Con Juana, la violencia mediática e institucional fueron de la mano. Para empezar, contaminar todo el contexto. No es lo mismo sustraer a tus hijos por capricho o para dañar a la otra parte, que hacerlo en un intento de protección una vez que has recurrido al sistema y este te ha ignorado. No es lo mismo sustraer a tus hijos por capricho que hacerlo en un contexto de violencia de género, donde los menores debieron ser escuchados de inmediato y aún más con una sentencia previa de condena al padre. ¿Esto significa que alentamos a todas las madres de España, en casos de violencia, a sustraer a los hijos? NO. Esto solo ayuda a entender qué hay detrás de la reacción de Juana. 

Otra contaminación del caso fue decir que Rivas también maltrató a Francesco Arcuri cuando ella lo denunció en 2009. Acusación que va en la línea de las denuncias cruzadas, de las que ya ha alertó el Consejo General del Poder Judicial. La sentencia nº 242/2009 indica que se «declara probado» que Arcuri pide a Juana explicaciones de dónde había estado y que tras ello, «la ha golpeado repetidamente, cuando la misma intentaba entrar en la habitación, causándola lesiones que han necesitado de asistencia facultativa». Y el fallo indica: «Que absolviendo a Juana Rivas del delito de malos tratos del que venía siendo acusada debo condenar y condeno a Francesco Arcuri como autor responsable de un delito de lesiones en el ámbito familiar». 

En cuanto se supo de la petición de indulto, la respuesta más común fue la de culpar a las feministas y a las asesoras de Juana Rivas. De esta forma la mirada vuelve a estar sobre nosotras y no en reconocer los errores de la justicia. No solo consiguen desviar el análisis sino que también hacen un retrato de Juana donde la infantilizan al extremo. 

Sobre el hecho de que Juana tomara esa decisión porque ya denunció antes por maltrato no se habla. Sobre el hecho de que su nueva denuncia, por no traducirla a tiempo, se quedó guardada en un cajón, tampoco se habla. Nadie reconoció que el archivo de la denuncia vulnera el artículo 17 del Estatuto de la Víctima del Delito. Nadie reconoció que el primer informe sobre sus hijos fue realizado por una psicóloga sin especialización en violencia de género. Nadie menciona que Italia ha sido condenada en dos ocasiones por su justicia y sistema machista. Casi nadie menciona que el tema relativo a sus hijos se ha vuelto a abrir en Italia tras comprobar que les fue aplicado el síndrome de alienación parental. Nadie habla de la situación psicológica de estos menores tras un sistema que no los ha protegido ni reparado.

Juana tuvo sentencia en la Audiencia Provincial, con un juez con otros fallos cuestionables y que se manifiesta contra la ley de violencia de género. Recuerdo este comunicado de Mujeres Juezas: “Partiendo del absoluto respeto a todas las decisiones judiciales, la gravedad y trascendencia de las penas impuestas resulta evidente, pues con ellas no se condena solo a la acusada, sino a dos hijos a perder el vínculo con su madre, a pesar de que todos los informes de especialistas, incluido aquél en el que se apoya la sentencia, confirman una relación positiva y vinculante entre los menores y su progenitora”. 

¿Por qué indultar a Juana Rivas? Porque fue condenada antes por un delito de sustracción en lugar de investigar la raíz de su huida, una denuncia de malos tratos. ¿Y por qué ha ocurrido? Porque la perspectiva de género de principio a fin ha estado ausente en el caso Juana. Y es ahí donde hay que poner el foco. 

Por Ana Bernal-Triviño. profesora de la uoc y periodista

https://www.elperiodico.com/es/opinion/20210602/articulo-ana-bernal-trivino-indultar-juana-rivas-11786175

foto : juana rivas . europa press

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