MUTACIONES  Por Juan Alfredo Bellón para  EL MIRADOR DE ATARFE del domingo 24-04-2016
Lo avisé las semanas pasadas: la figura de José Torres Hurtado era y estaba tan profundamente controvertida, que le iba a resultar más que difícil al regidor piñero acabar los cuatro últimos años de su actual mandato.
Ya le resultó bastante complicado renovar el cargo tras las últimas elecciones municipales y que Ciudadanos accediera a votarlo pese al tufillo de corrupción que su candidatura levantaba entre la gente, habiendo no pocas sospechas de que la actuación de sus anteriores equipos de gobierno habían actuado sin la debida rectitud en importantes asuntos de la gestión urbanística y de la administración municipal, además de lo llamativo de la inmensa deuda acumulada en los trece años que permaneció al frente del gobierno de la ciudad, lo que permitía tachar de desafortunada la gestión económica de sus tres mandatos sucesivos como podrá comprobar la ciudadanía y los que a partir de ahora la gobiernen por la gran losa que lastrará el desarrollo cotidiano de su cometido.
Lo novedoso del asunto, además de lo anterior, es que a la figura del arcarde y a la de su concejal de Urbanismo Isabel Nieto, les haya acompañado la dimisión del primer Teniente de Alcalde y Presidente provincial del PP, Sebastián Pérez, virtual delfín y enemigo del alma de Pepito el Tractorista, que estos días se ha venido jactando ante quien quisiera escucharlo que él pensaba llevárselo por delante a toda costa, llegado el caso de su eventual dimisión. Ellos sabrán por qué. Pero el caso es que así no han ayudado a la causa de su partido y no han hecho sino acentuar la sospecha que todos teníamos del desgobierno que se venía perpetrando desde hace tiempo en la Ciudad de los Cármenes. A lo que de poco freno habrá podido contribuir la designación de Juan García Montero como alcalde en funciones y las aspiraciones de Fernando Egea como candidato in pectore desde que se ha conocido el acuerdo unitario de la oposición en apoyar la candidatura eventual de Paco Cuenca a la sucesión de José Torres en su sede vacante.
Y aún a última hora, ha habido un postrer intento de cerrar filas en torno a la candidatura derechista nominando a Rocío Díaz, originalmente en las profundidades de la lista original, para encabezar su grupo municipal e intentar salvar los muebles de la alcaldía cosa que, a estas alturas, parece poco probable si no es que Luis Salvador no lo remedia, cantinfleando como es su costumbre y buscando con los subterfugios necesarios la forma de no quitar ni poner rey pero ayudar a su señor, que es el PP, y a su señorito, que es Sebastián Pérez. Tan complicada está la salida a la mutación presente, que diría que hay más posibilidades de que se encuentre un sustituto democráticamente satisfactorio a Rajoy en el Gobierno de España antes de tener que repetir las elecciones, que dar con una salida limpia y honorable para Granada tras la dimisión de Torres Hurtado. Quizá porque desde aquí y de cerca conocemos mejor los pros y, sobre todo, los contras de los actores en escena y también por la magnitud de los resabios que en la instancia local se acumulan.
Puede decirse que el sillón de la Plaza del Carmen sufre desde antiguo la misma maldición que el trono del Reino Nazarí: la división entre quienes lo sostienen determina la pérdida del poder a mano de los aspirantes de turno, como ha ocurrido sucesivamente con la alternancia de inquilinos (PSOE y PP) desde la reanudación de elecciones municipales libres y democráticas en 1979. El caso es que en los sucesivos resultados de las dos fuerzas hasta ahora hegemónicas en Granada, dos han sido los regidores que más tiempo han ostentado el cargo de primer edil: Antonio Jara y José Torres Hurtado, siendo así que a aquel lo cambió su propio partido por Jesús Quero y a este otro lo ha descabalgado del cargo la sospecha de corrupción y otras muchas irregularidades, hasta que se conozca el resultado de las investigaciones judiciales.
Habrá que esperar al primer pleno municipal, que substancie las tres dimisiones hasta el momento presentadas y a la evaluación judicial de las investigaciones abiertas con el levantamiento del secreto sumarial de las mismas, coincidiendo con el otro pleno, para saber cuáles son las posiciones tácticas y estratégicas de los actores y actrices de la presente comedia ejemplar granadina, celebrándose como se celebra ahora el 400 aniversario de la muerte de Cervantes, autor de La elección de los alcaldes del Danzazgo sobre cuyo argumento se confeccionó un texto dramático coordinado por Antonio Andrés la Peña, que se estrenó en Granada en la primavera de 1976, por el grupo sevillano Teatro de Mediodía, con el sugerente título de Farsantes y figuras de una comedia municipal. El evento tuvo lugar en el Salón de Actos de la Facultad de Ciencias de esta Universidad en el marco del Primer Festival de Teatro Independiente. Quién nos iba a decir entonces, a quienes confiábamos en la depuración de la farsa tardo franquista en los ayuntamientos españoles, que, pasado el tiempo, desembocaríamos en un atranque democrático como el que ahora protagonizamos y sufrimos. Vergüenza da ver hasta dónde y hasta cuánto hemos descendido.

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