Debe estar regido por un contrato firmado por las partes implicadas: propietario e inquilino. El contrato debe detallar los derechos y las obligaciones de ambas partes.
El alquiler de una vivienda debe estar recogido como tal en un contrato firmado por las partes implicadas, propietario e inquilino, y tiene que detallar los derechos y las obligaciones para ambas partes.
Según Fotocasa, lo primero es establecer el precio y la duración del contrato.
Si el arrendatario quiere rescindir el compromiso adquirido tendrá que avisarlo 30 días antes.
Cuando el inquilino se marche percibirá la fianza que entregó al propietario de la casa siempre y cuando se compruebe que el inmueble ha quedado en buen estado y no hay deudas con las compañías de suministros.
El casero puede interponer una demanda si un mes no se realiza el ingreso acordado por el alquiler. No obstante, se aconseja ceder la gestión del alquiler a algún profesional para evitar problemas, especialmente con los morosos. El último Estudio del Fichero de Inquilinos Morosos (FIM) desvela que se incrementaron un 14% en 2014. En los últimos años han proliferado compañías que ofrecen este tipo de servicios de protección al propietario.

 

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