Los celos pueden convertir una pareja feliz en desdichada. Lamentablemente, la mayor parte de las veces los propios afectados tardan en darse cuenta de su actitud o no le otorgan la importancia que realmente tiene, ya que, en un último extremo, puede derivar en episodios de violencia de género.

Las noticias sobre episodios de violencia machista durante los últimos meses se han multiplicado y algunos de ellos han ocupado las páginas de los diarios por su trágico final.
En muchas ocasiones, no somos conscientes de que existen pequeñas actitudes en el seno de la pareja que delatan el germen de los celos y que terminan dando pie a la violencia de género. Se trata de actos cotidianos que se inician habitualmente como un juego o sin darles mayor importancia, pero que pueden desembocar en la obsesión y los celos.
En Encuestamos, dentro del marco de nuestro estudio demoscópico sobre la Pareja en España, hemos querido indagar respecto a estas actitudes celosas y controladoras. Por ello, hemos pedido a 1.000 ciudadanos de distintas edades, localidades y niveles de renta y estudios que nos dijeran con sinceridad, si espían el teléfono móvil de su pareja.
Como no podía ser de otra manera, la inmensa mayoría el 80’4 % de los españoles responde negativamente. Claro que un considerable 19’6 % de los encuestados reconocen espiar en los teléfonos de sus parejas. Este tipo de actitudes delatan la intención de controlar a la pareja y pueden ser un indicio de celos, inseguridad y, lo peor, el posterior maltrato.

Ahondando en el tema del control y los celos en la pareja, hemos preguntado a los miembros del Club Opinamos si habían incurrido en alguna ocasión en una de estas actitudes que se analizan como factores de riesgo para la salud de una relación.
La mayor parte de los entrevistados, el 72’9 % en concreto, manifiesta que no las realiza. Un pequeño 1’4 % revela que impide a su pareja quedar con amigos o familiares. El 5’8 % de los encuestados proclama que controla sus horarios. Un importante 17’5 % de los españoles declara que indica a su pareja qué debe y qué no debe hacer. Incluso un 2’4 % de los encuestados reconoce incurrir en todas las actitudes descritas anteriormente.
Al segmentar por sexos, sorprende que sean las mujeres las que confiesan, en mayor porcentaje que los hombres, caer en estas actitudes celosas y controladoras.

por Encuestamos, ¿quién es más celoso en su pareja?

La opción más votada ha sido ninguno con un razonable 38 % del total. La alternativa que hablaba de que los dos miembros de la pareja eran igual de celosos es secundada por un buen 22 % de los encuestados.
Para el 14’8 % de los ciudadanos es el hombre el más celoso en su pareja, en tanto que un cuantioso 25’2 % revela que en su relación, es la mujer quien se muestra más celosa.
Al dividir estos datos en función del sexo, apreciamos que los hombres apuntan a la mujer como la más celosa en su pareja en un altísimo 30’2 % del total. Para las mujeres, ellas son más celosas que los hombres, a pesar de que un 17’6 % de las féminas proclaman que son sus parejas masculinas los más celosos.

A pesar de que en líneas generales se piense que las mujeres son más celosas que los hombres, lo cierto es que la violencia de género se desarrolla mayoritariamente en el sentido inverso. Las actitudes de control hacia la pareja como revisar el móvil, mediatizar sus decisiones, controlar los horarios o evitar el trato con amigos o familiares pueden ser precursoras de maltrato sino físico, sí mental, que es mucho más complicado de demostrar.

La sociedad debe demostrar una tolerancia cero con estas actitudes de manipulación y control, porque, aunque puedan parecer inocuas en muchos casos, el riesgo y la amenaza de la violencia machista es lamentablemente real.

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