LA LIGA ESPAÑOLA DE LA EDUCACIÓN opina sobre el libro blanco
La Liga Española de la Educación en su página web escribe una editorial sobre EL LIBRO BLANCO en opinión de Ramiro Curieses en la que cuestiona este modelo y considera que el verdadero cambio que se debe producir en la escuela tiene que ver con los contenidos escolares.Querido y estimado José Antonio Marina, ya que ha sido usted el elegido para elaborar el “Libro Blanco sobre la profesión docente” después de haber enviado una carta al periódico “El Confidencial” en la que decía que cualquier reforma educativa debía basarse en el profesorado, contar con él, planificar bien su formación, el diseño de una carrera profesional atractiva y la selección de los mejores, y después de recibir la invitación del ministro de educación para elaborar dicho libro, me gustaría incluyera en el mismo la siguiente reflexión:
“La educación actual está llena de tumores que están infectando el sistema educativo. Esta aseveración cada vez nos extraña menos, ya que son muchos los pedagogos, maestros, sociólogos, etc…. que levantan su voz crítica contra el actual sistema educativo, tachándolo de obsoleto y desfasado, e incluso de contraproducente y nocivo. ¿Cómo si no se pueden calificar las opiniones de Ken Robinson cuando dice que “las escuelas matan la creatividad”?
Mi generación hemos crecido con la convicción de que la educación era la herramienta capaz de mover y cambiar el mundo, de transformarlo con el propósito de hacerlo más justo. Sin embargo, la realidad nos ha ido mostrando una educación conformista, aburguesada, poco revolucionaria y que ha preferido apostar por el conservadurismo y la reproducción fiel. ¿Cómo explicar sino que ésta sea una de las actividades humanas que menos ha cambiado con el paso del tiempo? Imagínese por un momento que Hipócrates, Avicena o Averroes se trasladaran al siglo XXI y apareciesen en un quirófano del Río Carrión. Sencillamente se mirarían con estupor sin saber qué hacer y tardarían poco tiempo en perder el juicio. Sin embargo si Sócrates, Marco Porcio Catón y Cicerón apareciesen en un aula de un instituto, cualquiera podrían dar una clase sin más problemas, se sentirían como en su propia casa excepto por las diferencias derivadas de los educandos y sus condiciones. La educación ha servido las más de las veces como instrumento de control al servicio de las necesidades políticas y económicas de cada sociedad. Así la educación se entiende más como instrucción, como adiestramiento y menos como proceso formativo integral.
Veo a mis alumnos del instituto preparar sus exámenes. Repiten de memoria decenas de definiciones hasta que las aprenden. Realizan cientos de problemas matemáticos protagonizados por grifos, coches o trenes que compiten entre ellos y en los que es vital saber en qué punto van a cruzarse. Destripan poesías para conocer cuál es su métrica, cómo son sus versos, qué tipo de rima esconden o de qué clase de poema se trata. Aprenden lo que es un semema, clasificaciones de invertebrados, tablas periódicas, conjugaciones y derivadas. Bucean en densos libros de texto, rebosantes de contenidos teóricos, al tiempo que sufren las explicaciones de los profesores ¿De verdad considera necesario hacerles pasar por ese suplicio? ¿De verdad no le extraña la gran cantidad de alumnos que abandonan los estudios o que no prestan atención en las clases?
Llevo ya muchos años desconfiando de los “comités de expertos” que tejen los contenidos escolares. Con frecuencia reflexiono para dar respuesta a esta pregunta: ¿Qué utilidad tienen la mayoría de los conocimientos que aprendemos en la escuela?, ¿para qué nos sirven todas esas definiciones y clasificaciones que memorizamos durante nuestra etapa escolar? Estamos produciendo estudiantes bulímicos, ya que hacen una gran ingesta de contenidos para vomitarlos el día del examen. Fin del atracón.
El verdadero cambio que se debe producir en la escuela tiene que ver con los contenidos escolares ya que si la escuela debe preparar para la vida, ¿por qué no recordamos de adultos nada de lo que aprendimos en ella?
Si gran parte de los contenidos escolares resolvieran problemas reales encontraríamos cerebros más capacitados, pero también corazones más tiernos y cariñosos.”
Ramiro Curieses
http://www.ligaeducacion.org/comunicacion-articulos-opinion-libro-blanco-sobre-la-educacion.php