La tasa de pobreza infantil severa en España crece en medio millón más de niños afectados desde el 2008
Save The Children alerta de que la salida de la crisis es un «espejismo» y denuncia la debilidad del sistema español de protección social a la infancia. Un 3,2% de los hogares no pueden permitirse una comida de carne, pollo, pescado o equivalente vegetariano tres veces a la semana. Casi 940.000 niños viven en un hogar donde no pueden mantener la vivienda con una temperatura adecuada
Para la organización, «la sensación de que estamos saliendo de la crisis es un espejismo» y lo constata con testimonios como el de Susana, de 46 años, que vive sola con sus tres hijos y que, entre ayudas económicas y trabajos esporádicos, recibe como mucho 500 euros al mes con los que tiene que pagar todos los gastos del hogar.
«Mis hijos empezaron el colegio sin todos los libros y materiales que necesitaban hasta que los conseguí de segunda mano. Los niños me transmiten que se sienten inferiores al resto por usar materiales usados, viejos o pintados. Siempre se comparan con los compañeros de clase que lo tienen todo nuevo. He llegado a retrasar visitas de mis hijos al dentista, que necesitaban con urgencia, porque prefiero que tengan un libro en el pupitre y puedan estudiar en las mismas condiciones que sus amigos», explica la mujer.
Según recoge Europa Press, en 2015 los ingresos medios en España fueron de 26.092 euros, un 0,2% menos que el año anterior y un 9,4% menos respecto a 2008, cuando estalló la crisis. Según los últimos datos publicados por el INE en la Encuesta de Condiciones de Vida de 2015, el 22,1% de la población general y el 29,6% de los menores de 18 años viven por debajo del umbral de la pobreza, un umbral cada vez más bajo por la caída general de las rentas.
El porcentaje de niños en esta situación, conocida como pobreza relativa, sigue en aumento y afecta especialmente a los niños de entre 12 y 17 años (el 35,5%), el tramo de edad crítica para su trayectoria educativa o inserción futura en el mercado laboral.
Sin embargo, la población más afectada es la que se encuentra en situación de pobreza severa. Un niño que vive con sus dos padres se encuentra en esta situación si los ingresos del hogar son inferiores a 9.612€ al año. «Los niños no están saliendo de la crisis, al contrario, los más pobres lo son cada vez más. Desde 2008, el número de niños que viven en situación de pobreza severa ha aumentado en casi medio millón, de 968.000 a 1.390.000 en 2015», afirma Andrés Conde, director general de Save the Children.
La pobreza en nuestro país también se mide por el llamado índice de privación material, que mide los retrasos en el pago de recibos de vivienda o compras; la capacidad de mantener la vivienda a una temperatura adecuada durante los meses fríos; la posibilidad de hacer frente a gastos imprevistos; poder garantizar una comida de carne, pollo, pescado o su equivalente vegetariano cada dos días; la posibilidad de ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año; o de disponer de un coche, lavadora, televisión a color o teléfono.
En España, 756.594 niños, el 9,1% de la población infantil, viven en hogares incapaces de cumplir al menos cuatro de estos indicadores. Antes de la crisis había un 40% menos de hogares en esta situación.
En concreto, un 3,2% de los hogares no pueden permitirse una comida de carne, pollo, pescado o equivalente vegetariano tres veces a la semana, lo que supone que unos 266.055 niños podrían estar sufriendo malnutrición en España; y un 11,3% de los niños sufren pobreza energética, es decir, casi 940.000 viven en un hogar donde no pueden mantener la vivienda con una temperatura adecuada.
«A diferencia de la mayoría de los países de la UE, España cuenta con un sistema de protección social a la infancia débil, con prestaciones bajas, de acceso demasiado restrictivo y donde priman ayudas aplicadas a la declaración de la renta de los padres», denuncia la ONG.
Save the Children exige que, en la próxima legislatura, el futuro gobierno de España tome medidas para la protección de la infancia más vulnerable porque invertir en infancia es la mejor manera de acabar con la pobreza en nuestro país. Entre otras medidas, la ONG propone la ampliación de la prestación por hijo a cargo hasta los 100 euros mensuales por niño, con una bonificación adicional de un 50% para familias monoparentales.