Se acerca el invierno y con él las navidades. La fotografía, años setenta del siglo pasado, nos muestra una plaza del Ayuntamiento cubierta por la nieve, siendo perceptibles infinidad de pisadas que dibujan itinerarios múltiples realizados aun cuando la cellisca es perceptible.

Horas más tarde estas huellas desparecerían con el pisoteo continuo de niños alborotados tratando de construir muñecos de nieve.

Esta estampa invernal entraña un ambiente navideño bastante más conseguido que las luminarias instaladas este año en la calle Real. Y es que hay que manifestar, a mí parecer, el escaso gusto estético de quien haya elegido las guirnaldas luminosas que nos invitan a “consumir” durante la Navidad.

Disfrutando de la fotografía, cortesía de Antonio Sánchez, me pregunto: ¿acabarán algún día los privilegios?

Curiosidades elvirenses

 

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