• Más de la mitad de los encuestados (53,8%) busca poca grasa en lo que come; ellas se fijan más en las calorías (40,7%) y ellos en la sal (37%).

Los ciudadanos tienen perfectamente identificados aquellos elementos presentes en su alimentación que contribuyen a perjudicar su salud y que, por tanto, deberían evitar a toda costa. Dos de ellos destacan por encima de los demás: la grasa y el azúcar, según se desprende de Ulises(link is external), el estudio sociológico de 20minutos elaborado por MyWord.(link is external)

Más de la mitad de los españoles (53,8%) considera que para que un alimento sea saludable debe tener poca grasa, y un 46,9% opina que tiene que ser bajo en azúcar. En tercer y cuarto lugar, con más de una de cada tres respuestas –se pueden mencionar varias opciones–, se sitúan las temidas calorías (36,6%) y la sal (33,8%). Las mujeres se fijan más en las primeras (40,7% frente al 32,3% de los hombres) y ellos en la segunda (37% frente a 30,7%).

Por otro lado, la presencia de vitaminas, minerales u otros principios activos naturales (como omega 3, antioxidantes, probióticos, etc.) son importantes para un 33,7% de los encuestados –el porcentaje baja al 17,5% si estos son añadidos–; lo mismo pasa con la fibra (32,9%). Un 24,9%, asimismo, cree que el pan, las galletas, la pasta y los cereales integrales son más saludables.

Y, por último, uno de cada cinco españoles (20,2%) busca que los productos sean orgánicos, ecológicos o biológicos, es decir, naturales y libres de tratamientos industriales o químicos como transgénicos, pesticidas, fertilizantes, etc.

Hay una parte de la población, en cualquier caso, que no mira si los alimentos son saludables o no a la hora de consumirlos: son el 12,1% de los españoles. En este caso, los hombres (14,5%) están por encima de las mujeres (9,7%). La brecha económica se nota aquí también: las personas de clase baja (16,2%) y los parados (15,5%) son los que menos reparan en esto en comparación con el resto de grupos de sus cruces.

El hecho de pertenecer a un nivel socioeconómico u otro, de hecho, marca interesantes diferencias. Las personas de clase más acomodada están más pendientes de que lo que comen habitualmente no lleve mucha grasa (60,9%) y contenga pocas calorías (43,4%), o bien, que tenga fibra (40,7%) y que sea integral (30,2%). También son los que más buscan los productos ecológicos, orgánicos o biológicos.

Los ciudadanos de las clases medias, por su parte, se preocupan más por el alto contenido en azúcar (50,6%) y sal (39,4%). En el cruce por edades, los mayores de 64 años cuidan más su alimentación que el resto: les inquieta, en mayor medida, la grasa (65,9%), la sal (55,6%), el azúcar (59,3%), la fibra (49%), los activos naturales (41,7%) y los añadidos (22,6%). Mientras tanto, los jóvenes de 18 a 24 años toman mucha más nota de las calorías: lo hace el 47%, más de diez puntos por encima de la media.

* Ficha técnica. Ámbito: nacional. Universo: población española de 18 años y más. Tamaño de la muestra: 1.002 entrevistas calibradas por sexo, edad, índice socieconómico, zona Nielsen y hábitat. En todos los casos, las cuotas se aplican en función de la población general. Error muestral: para un nivel de confianza del 95,5%, del +-3,1%. Trabajo de campo: entrevistas online a partir de un panel (internautas) de captación activa (solo por invitación). Fechas de realización del trabajo de campo: del 17 de marzo al 22 de marzo de 2017.

Ulises

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