España gasta 9.000 millones en juegos de azar y destina un 35% a loterías

El sorteo de Navidad es la gran estrella: más de 24 millones de españoles compraron en 2016 .El juego online crece, pero solo representa un 5% del total

Está extendida la creencia de que los juegos de apuestas crecen durante las etapas de crisis, pero nada más cerca de la realidad. Al igual que cualquier ámbito del sector del entretenimiento, la industria del juego depende de las épocas de bonanza económica, según confirman los datos del Anuario del juego en España 2016/2017, de la Fundación Codere, editado en colaboración con la Universidad Carlos III de Madrid. Los españoles han incrementado su inversión en loterías, apuestas deportivas y otros juegos online desde 2014, tras la caída experimentada a partir de 2010. El año pasado, los ciudadanos se gastaron 8.886 millones de euros en juego real, es decir, la diferencia entre el dinero apostado y los premios logrados (el sector movió en total 37.740 millones). Se recuperan así los niveles de 2004.

Por segmentos, los españoles son conservadores y el 35,7% del juego real fue en loterías, primitivas y otros juegos de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado. La Lotería de Navidad es la gran estrella y más de 24 millones de personas la compraron en 2016, “más de los que participan en cualquier elección general, salvo las grandes de 1982, 1996 o 2015”, según puntualizó el director técnico del estudio, José Antonio Gómez Yáñez.

El juego online, aunque sigue creciendo, aún representa un mínima parte del juego real: solo un 5% (444,3 millones de euros), casi el 60% del cual corresponde a apuestas deportivas. Y es que las quinielas ya son un “producto del pasado”, según Gómez Yáñez. “Ha desaparecido el concepto de jornada y es imposible seguir sus resultados”, explica. Las quinielas han caído un 58% desde su máximo en 2007.

Los cupones de la ONCE también han perdido popularidad, pese a los esfuerzos de la organización por diversificar sus productos. Medido en juego real, los españoles gastaban más de 1.000 millones hace 10 años. En 2016, esta cifra no llegaba a los 940 millones.

Los que sí han visto cómo crecía el interés de los jugadores en los últimos años han sido los casinos y las salas de juego, convertidos en una nueva opción de ocio para los jóvenes.

A %d blogueros les gusta esto: