De todos los papeles que necesitamos para tener al día nuestra vivienda, uno de ellos es el certificado de eficiencia energética. Es tan necesario como conocido, pero, ¿qué es y para qué sirve? ¡Te lo contamos!

De todos los papeles que necesitamos para tener al día nuestra vivienda, uno de ellos es el certificado de eficiencia energética. Es tan necesario como conocido, pero, ¿qué es y para qué sirve? ¡Te lo contamos!

¿Qué es el Certificado de eficiencia energética?

Por definición, dentro de lo que conocemos por eficiencia energética se incluyen todas aquellas medidas que contribuyen a conseguir los mismos resultados con menos gasto de energía. En el plano técnico, todos los inmuebles deben tener un certificado que detalle en qué rango de eficiencia se encuentran. Esto es el certificado de eficiencia energética.

Este documento, también conocido simplemente como “certificado energético”, es un requerido de carácter oficial del Ministerio de Industria que, salvo excepciones, es imprescindible si quieres vender o alquilar un inmueble.

Emitido por el técnico formado para ello que elijas, este documento recoge las características energéticas que tiene tu vivienda o un inmueble en general. Entre otros datos, lo califica en base al consumo energético, así como sobre las emisiones de CO2 que genera.

El objetivo es doble: por una parte, conocer el consumo de energía de un inmueble. Por el otro, a nivel europeo se quiere conseguir una mejora de energía en todos los países de la UE.

¿Cómo se calcula y con qué fin?

El objetivo del documento es reflejar el consumo anual de energía necesario para satisfacer la demanda energética de un inmueble en condiciones normales de ocupación y funcionamiento. Ya sea de ventilación e iluminación como de calefacción, refrigeración o agua caliente.

Tras este proceso de calificación, se concluye con su emisión y con la asignación de un rango energético en función de lo revisado.
La escala que se usa para la calificación energética es de siete letras en función de la eficiencia energética. Es la conocida como etiqueta energética.

¿Qué es la etiqueta energética?

Esta denominación explica de forma sencilla dentro de qué parámetros se encuentra un inmueble. Recorre desde la letra A (un inmueble eficiente energéticamente) hasta la G (inmueble sin eficiencia energética). Además, la etiqueta también recoge en colores el rango dentro del cuál se encuentra el inmueble, siendo la A verde hasta el rojo de la G mediante un degradado pictórico.

¿Cuándo no se requiere el Certificado de Eficiencia Energética?

En algunos casos no es necesario presentar este documento, como por ejemplo en el caso de edificios religiosos y monumentos históricos, así como edificios usados para fines industriales o agrícolas.

También no es obligatorio presentarlo en aquellas viviendas que no vayan a alquilarse más de 16 semanas anuales. Tampoco para inmuebles que hayan sido demolidos o destruidos, ni que vayan a ser una construcción provisional, así como los pisos menores de 50 metros cuadrados.

¿Es obligatorio? ¿Qué ocurre si no tengo el certificado energético?

Desde 2013, sí, lo es. Todas las inmobiliarias, vendedores o arrendadores deben presentarla en el momento de la transacción del inmueble. Puesto que no tiene un coste fijo, ¡te recomendamos que mires diferentes ofertas!

Y cuidado, porque no tener el certificado energético en vigor puede suponer una multa: vender o alquilar sin disponer de él supone una multa de entre los 300 y los 600€. Esta etiqueta tiene una duración de diez años desde el momento en el que se emite, así que si tu documento ya sobrepasa esta cifra y quieres poner a la venta o alquilar un inmueble, ¡deberás hacer uno nuevo!