Es la base ideológica del movimiento INCEL del que procede el terrorista que asesinó a 10 peatones el pasado 21 de abril en Toronto (Canadá)

Alek Minassian, de 25 años, asesinó a 10 peatones y dejó 15 heridos después de un atropello múltiple en el centro de Toronto. La primera sospecha cuando se conocieron los hechos fue la de un atentado islamista, pero no. El último mensaje que su autor dejó en las redes fue «La revolución INCEL ya ha comenzado ¡Derrocaremos a todos los chads y a las stacys! ¡Saludemos todos al Caballero Supremo Elliot Rodger!».

Minassian no es un islamista, es un INCEL ¿Pero a qué ideología responde este movimiento? Nos lo ha contado el escritor y periodista madrileño Ernesto Filardi, que lleva cinco años viviendo en Toronto. El nombre son las siglas de «Involuntary Celibacy» en inglés, célibe involuntario en castellano. Para entenderlo son hombres que matan porque se siente humillados por no ligar. «Matan porque no follan» nos aclara Filardi. Es así de básico y real.

El atentado de Canadá no es el primero. Ese discutible honor recae en Elliot Rodger, el caballero supremo que cita Alek Minassian en su último mensaje en redes. En mayo de 2014 perpetró una masacre en California  en la que murieron 7 personas (incluido él) y dejó 13 heridos. Si sumamos, ya son 17 las víctimas mortales provocadas por los INCEL.

Ernesto Filardi cree que hay que tomarlos muy en serio. No están muy organizados, actúan como lobos solitarios, pero matan y están muy presentes en foros y redes sociales destilando ideología. Sus objetivos son los chads y las stacys, dos conceptos que también aparecen en el mensaje de Minassian. Los primeros son los chicos guapos y ricos que triunfan, las segundas las chicas guapas que desprecian y, según ellos, humillan a los INCEL.

Son misóginos, machistas, racistas. Entre sus peticiones más extremas está el exigir a los estados el derecho a follar o que las mujeres tengan prohibido por ley negarse a mantener relaciones sexuales con ellos. Ernesto Filardi  ha denunciado esta semana en un hilo en la red twitter que no se haya informado sobre ellos y que el atentado haya quedado en segundo plano porque  los autores no son islamistas radicales. Pueden llegar a ser igual de peligrosos si les dejamos crecer y coinciden con aquellos en algunos elemento ideológicos como el odio a las mujeres.

Entre las frivolidades que se han leído esta semana sobre los INCEL hay un artículo en New York Times titulado «The Redistribution of Sex« , escrito por Ross Douthat, donde se dice que hay que entender a esta gente y  se propone usar prostitutas o robot sexuales para evitar que este movimiento siga cometiendo atentados.

Madrid

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