Desde la empresa El Ranchito, es la responsable de los efectos especiales de ‘Superlópez’, perteneciendo a ese ínfimo 1% de mujeres que se dedican a esta disciplina técnica

Cuando era pequeña vio ‘La muerte os sienta tan bien’ (1992) y se quedó asombrada. ¿Cómo podían retorcer sus cabezas Goldie Hawn y Meryl Streep y que todo pareciera tan real? Laura Pedro (Barcelona, 1989) nunca hubiera imaginado que unas décadas más tarde ella estaría haciendo cosas todavía más complicadas en algunas de las producciones más importantes a nivel técnico del momento. Cosas tan increíbles como que un árbol gigante se moviera y hablara o que un dragón surcara los cielos de un territorio helado de leyenda.

Ahora ha sido la responsable de que Superlópez vuele, que luche contra un robot gigante y que pare el metro de Barcelona. Con tan solo 28 años se ha encargado de la supervisión durante el rodaje y también en la postproducción de los efectos visuales y ha liderado un equipo de más de sesenta personas dentro de la empresa en la que trabaja, El Ranchito, que ha conseguido convertirse en una auténtica referencia a nivel internacional.

Dani Rovira, volando como Superlópez en la película de Javier Ruiz Caldera.

El suyo es un extraño caso. Ella pertenece a ese ínfimo 1% de mujeres que se encuentran al frente de un equipo de efectos especiales. Se trata de la categoría técnica en la que encontramos una menor presencia femenina, con un 99% del sector acaparado por los hombres. Le sigue muy de cerca composición musical, con un 4%, y sonido y fotografía con un 7%. Mientras que no resulta extraño que una mujer lidere el departamento de maquillaje, peluquería o vestuario, parece impensable que pueda hacer lo propio en uno tecnológico.

Nuestra industria cinematográfica sigue configurada alrededor de una auténtica hegemonía patriarcal, pero poco a poco las cosas están cambiando. “Creo que es muy importante señalar que no solo hay cada día más mujeres directoras, guionistas y productoras, sino que la presencia de las mujeres está cada vez más presente en todas las disciplinas técnicas”, cuenta Laura Pedro a EL PERIÓDICO.

De directora de fotografía a los efectos especiales

En el pasado Festival de San Sebastián se anunció la creación del colectivo de directoras de fotografía, 21 mujeres que se han unido para luchar por sus derechos dentro de un sector que por el momento no se ha caracterizado precisamente por favorecer la inclusión y para promover su visibilidad. Para Laura, cualquier acto de sororidad no solo repercute dentro del ámbito del cine, sino en todo el espectro social.

Precisamente, ser directora de fotografía fue la primera opción de Laura cuando quiso estudiar en la ESCAC, pero un accidente le impidió presentarse a los exámenes y tuvo que aventurarse por otro camino, la especialidad de efectos especiales. Decidió sacarle partido a su formación y poco a poco fue interesándose más en la materia, adivinando que sus posibilidades podían ser infinitas. “Ya no hay límites para la imaginación”, nos cuenta, “aunque cada proyecto te obligue a buscar nuevas soluciones”.

El gigantesco robot gigante contra el que se tiene que enfrentar Superlópez en el filme.

Su pericia y tesón la llevó a destacar en su promoción (durante su primera etapa trabajó en películas como ‘Barcelona nit d’estiu’ o ‘El camí mes llarg per tornar a casa’) y enseguida, nada más graduarse en la ESCAC, fue fichada por Lluís Castells para incorporarse al equipo de El Ranchito, capitaneado por Félix Bergés y responsables de los efectos especiales de buena parte del cine fantástico y de terror de los últimos 15 años en España, ganadores de 7 Goyas y creadores del espectacular tsunami de ‘Lo imposible’.

Su primera ocupación en El Ranchito fue la de encargarse de la previsualización de ‘Un monstruo viene a verme’ (2016), de Juan Antonio Bayona. Ese trabajo le cambiaría la vida y la situaría en un nuevo nivel de excelencia que la llevarían también a Invernalia y participar en la serie ‘Juego de tronos’.

El robot gigante, lo más difícil

Ahora, gracias a ‘Superlópez’ podría convertirse en la primera mujer en recoger un Goya dentro de esta categoría, aunque su gran modestia le impide concederse ningún mérito si no es junto a sus compañeros de El Ranchito.

Lo que no puede evitar es demostrar su entusiasmo hacia Javier Ruiz Caldera y el resto del equipo de una película en la que dice haber aprendido mucho durante el rodaje. ¿Con qué disfrutó más y qué le resultó más difícil? Lo tiene claro: el robot gigante que aparece en el clímax. “Fue lo más apasionante, pero también lo más complejo. Conseguir que sus movimientos fueran creíbles, aportarle las texturas necesarias y componerlo en relación con el fondo real roda

Beatriz Martínez

https://www.elperiodico.com/es/ocio-y-cultura/20181123/entrevista-laura-pedro-responsable-efectos-especiales-superlopez-7164751

FOTO:Laura Pedro, fotografiada este viernes en las oficinas de El Ranchito en Madrid / JOSÉ LUIS ROCA

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