Buenas tardes, nos encontramos aquí reunidos para homenajear a una figura insigne de nuestro pueblo. Un intelectual inquieto, culto, artista polifacético, pintor, historiador, boticario y un sinfín de cualidades más que le han hecho merecedor, un poquitín tarde, de este reconocimiento popular.

A instancias de la Asociación Cultural Atarfeña “La Cuchara de Palo” entidad que presido y que cumple ya veinticinco años de vida, ha sido posible este homenaje. Como asociación, queríamos dejar constancia de la necesidad de dar público reconocimiento a todas esas personas, muchas de ellas anónimas que a lo largo de su vida han trabajado por y para Atarfe, desde un ámbito cultural y profesional. Y para ello queríamos empezar por el ilustrísimo señor D. José Osuna Jiménez licenciado en Farmacia y Bellas Artes y comendador de la Orden Civil de Sanidad.

Nacido en Atarfe en 1913. Cursó los estudios de bachillerato en Granada, aunque el último año lo hizo en un instituto de Almería. De familia farmacéutica, simultaneó su formación en Bellas Artes y Farmacia, la primera por libre, mientras que la segunda la cursó en la Universidad de Granada. Una vez finalizados los estudios se preparó unas oposiciones a inspector farmacéutico municipal, sacando la plaza en el partido de Atarfe, Albolote y Peligros. Su participación en la campaña de vacunación de los terremotos de 1956, evitando la aparición de epidemias asociadas a dichas catástrofes, le valió para recibir de manos del Ministerio de Sanidad la medalla al mérito sanitario y la Encomienda de la Orden Civil de Sanidad.

Con igual vehemencia que la mostrada en su profesión, don José Osuna se volcó para que Atarfe contara con un centro educativo en donde se impartiera el bachillerato siendo uno de los impulsores de la creación del instituto Iliberis, hace ahora 50 años.

Amante de la historia local buscó información sobre nuestro pasado en diferentes archivos, principalmente los locales (archivo municipal y archivo parroquial) llegando a conocer algo más la antigüedad con la arqueología, al realizar junto a Arthur Ludwing, un alemán que trabajaba en las industrias químicas de nuestro pueblo, diferentes catas y hallazgos en las faldas de la sierra de Elvira, lugar en el que se ubicaba la celebérrima Medina Elvira. Los restos encontrados le llevaron a estudiar el árabe con el fin de descifrar las inscripciones encontradas.

Murió relativamente joven, en 1983, con setenta años. Comunicador de sus descubrimientos, hizo partícipe de sus conocimientos a todo aquel que se interesaba por ellos, motivando a algunos atarfeños a seguir sus pasos en el estudio de nuestra historia.

Con lo descrito anteriormente, los integrantes de la Cuchara de Palo, pensamos que don José Osuna reunía los méritos suficientes para ser recordado y homenajeado por su pueblo. Por ello pedimos al equipo de gobierno y restantes grupos políticos que conforman el ayuntamiento atarfeño, el nombramiento en pleno de D. José Osuna como “Hijo Predilecto a título póstumo”, distinción que fue aprobada en pleno por unanimidad en la sesión plenaria celebrada el pasado 9 de mayo.

Además de esta prerrogativa honorífica, como entidad cultural entendimos que el mejor legado que podíamos dejar como bien colectivo a nuestro pueblo era una placa de bronce, realizada por un escultor de prestigio. Tras varias deliberaciones, el autor elegido fue Balbino Montiano, escultor y profesor de la facultad de Bellas Artes de la universidad de Granada. Atarfeño de residencia, su acento denota que nació en la trimilenaria ciudad fundada por Hércules tras separar las columnas y dejar paso al mar. Hablamos de Cádiz.

Con esta placa, la segunda que Balbino tiene en nuestro pueblo, pues es obra suya la escultura que cuelga de la fachada de la sede de la Fundación Sierra Elvira, el patrimonio atarfeño gana en calidad y prestigio.

La placa en sí representa un croquis del Atarfe de principios del siglo XVI dibujado por el señor Osuna Jiménez.

Agradecer a Balbino el cariño que ha puesto en el encargo. Reconocer la disposición mostrada por los diferentes grupos municipales que hicieron suya la propuesta y prueba de ello es la distinción referida anteriormente. A la familia Osuna Cerdá, por el cariño y a todos ustedes por acompañarnos en este emotivo acto.

Que sea el primero de futuros homenajes a nuestras gentes, que son en definitiva quienes hacen pueblo. Y Atarfe, lo merece.

GRACIAS

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