Un apodo es, según el Diccionario de la lengua española, un «nombre o sobre nombre dado a una persona o cosa, inspirado en sus defectos corporales o en alguna otra característica o circunstancia».​

Los apodos pueden considerarse a menudo como deseables y pueden simbolizar una forma de aceptación, pero también pueden estar motivados para despreciar o ridiculizar a algo o alguien.

En esta primera entrega sirvan los apodos para destacar las cualidades físicas y psicológicas de los atletas o para ensalzar sus logros.

El primer atleta de la era moderna en ganarse un apodo fue Archie Hahn, “el meteorito de Milwaukee”, que se ganó el apelativo tras ganar tres oros en los Juegos olímpicos de San Luis de 1904 en 60, 100 y 200 metros. Sin duda que nuestro meteorito particular es Celia Martín Santiago que domina las tres distancias que ha cubierto en esta corta temporada a ritmos vertiginosos, en los 60 ha acreditado 8.29 y 27.43 en 200 ambas marcas conseguidas durante el mes de febrero en la Juventud de Granada aunque sus mejores prestaciones son 8.25 (9.2.19, Granada), 13.21 (26.5.18, Granada) y 26.93 (19.1.19, Granada). El meteorito de Albolote con residencia atlética en Atarfe es cliente habitual de los campeonatos de Andalucía donde suele desdoblarse y se merece ya por constancia y regularidad debutar en un español.

El para algunos el mejor atleta de la historia y que da nombre al estadio de Helsinki, Paavo Nurmi, más conocido por el finlandés volador es el atleta más laureado en los Juegos Olímpicos al acumular 12 preseas: 9 de oro y 3 de plata en las doce pruebas en que tomó parte. Además estableció 22 plusmarcas mundiales oficiales en distancias que van de los 1500 metros a los 20 kilómetros. En su mejor momento, Nurmi defendió exitosamente el título en las pruebas de 800 metros en adelante durante 121 carreras. En sus 14 años de carrera atlética, se mantuvo invicto en los eventos de campo a través y en los 10 000 metros. Sin duda que el título de atarfeño volador se lo hemos de conceder a Manuel Jiménez López que cuenta con triunfos en los Campeonatos de España de Federaciones (Getafe, 2019) y Clubes (Castellón 2017) así como un Bronce en el nacional individual juvenil (Castellón, 2019) siempre en la distancia de 3.000 metros donde acredita una mejor marca de 8.36.50 que lo aúpa al quinto puesto de la lista nacional sub 18 de la temporada. Coincide con Nurmi en su regularidad demostrada a lo largo de su trayectoria atlética pues ha figurado entre los cinco mejores marquistas nacionales en las listas de 2000 y 3000 desde el año 2015 en que acabó primero Sub 14 en ambas distancias, además de ser 7 veces campeón de Andalucía de Cross o 7 veces campeón del Cross Internacional de Itálica y haber acabado los cuatro últimos ejercicios entre los 10 mejores del Campeonato de España de Cross y al que la puñetera pandemia ha dejado sin conseguir la internacionalidad al estar preseleccionado para el Campeonato Mundial Escolar de Campo a través a disputar en Eslovaquia en este mes de abril.

Similar sobrenombre se acuñó para apelar a la atleta más importante y famosa del siglo XX según la IAAF, Fanny Blankers-Koen, la holandesa voladora. Cuatro oros olímpicos (Londres 1948, 100, 200, 80 vallas y relevo 4×100) y cinco europeos en pruebas de velocidad Durante su vida deportiva batió veinte récords mundiales en carreras de velocidad y de vallas, en salto de altura y de longitud y en pentatlón. Sin duda una atleta polivalente. Si de polivalencia hablamos sin duda que su reflejo en el Club Atletismo Ciudad Atarfe lo encontramos en sus chicas de oro de la categoría Sub 12 recientes medallistas de bronce en el Andaluz de Cross:

Alejandra Herrera Rivera es la atarfeña voladora por antonomasia, destacan sus prestaciones en 500 (1.31.65) y 1.000 (3.36.31) y cross donde sus calcetines bicolor están marcando tendencia. Su garra le hace no achantarse en otras distancias y especialidades habiendo logrado 9.73 en 60, 12.18 en vallas, 1 m. en altura, 3.40 en longitud, 4.10 en peso o 9.48 en jabalina y siempre con una sonrisa como seña de identidad.

Elena Lucena Ruiz destaca por su valentía y arrojo, en Cross es fácil reconocerla entre la multitud de atletas por la fuerza y potencia con que empuja el suelo, en pista se multiplica en distancias y especialidades dando siempre todo lo que tiene: 9.33 en 60, 1.39.36 en 500, 3.48.76 en 1000, 11.09 en 60 vallas, 3.45 en longitud, 4.74 en peso son sus credenciales.

Elisabeth López Lafuente destaca por sus cualidades para la marcha atlética donde ya ha hecho 5ª en un autonómico (El Arahal, 2020) con un impresionante crono de 12.18 en los 2.000 m. Su excelsa figura le hace volar también en otras distancias: 10.14 en 60, 1.48.53 en 500, 4.03.62 en 1000 y su gracilidad no exenta de fuerza que le vienen de su herencia genética le ayudan para pasar vallas (11.85), saltar, 3.30 en longitud o lanzar, 6.75 en jabalina.

Completa la saga de atletas voladoras la triatleta Vera Ramos a quien el tartán aun no le tira demasiado refugiada en sus largos de piscina y rutas ciclistas pero que no dudó en calzarse los clavos para ayudar a conquistar ese bronce histórico.

El antílope de ébano es el sobrenombre por el que se conocía a Jesse Owens quien en una tarde gloriosa de 1935 consiguió batir cuatro records mundiales en el intervalo de cincuenta minutos en las modalidades de 100 yardas, 200 yardas, 220 yardas vallas y salto de longitud. En las Olimpiadas de Berlín 1936 conquistó cuatro oros en 100, 200, salto de longitud y relevo 4×100. Pues bien a pesar de que los antílopes suelen pastar por las sabanas africanas un buen avistador de especies cinegéticas puede observarlas cada tarde en las pistas del polideportivo municipal de Atarfe, entre ellas podrán identificar a velocistas y saltadores todos a su vez relevistas de postín. Nuestros chicos sub 12 son claro ejemplo de este mamífero rumiante y lo de ébano debe ser porque suelen poner negros a sus rivales y ante todo amigos.

Destaca por su estatura entre toda la manada un antílope de esbelta figura, Álvaro Hernández Sánchez capaz de cubrir los 80 metros en 11.72 y cruzar ríos de orilla a orilla con su potente salto de 4.46, siendo además resistente cubriendo los 500 m en unos escasos 1.31.09 sin perjuicio de marcarse un bello capicúa de 16.61 en el lanzamiento de disco.

Los hay también antílopes galanes con aires de actor cinematográfico, Máximo Valverde André, que no necesita doble en las escenas de acción pues es rápido (12.61 en 80), potente (1.10 en altura y 3.65 en longitud) y fuerte (13.03 en jabalina) aunque su mayor virtud es la de no se dejarse cazar porque no hay depredador que lo pille (1.34.34 en 500 y 3.25.98 en 1000).

Los hay duros de oído pues perteneciendo a la familia de los bóvidos entendieron que eran parientes de los bólidos y les pone la velocidad. Mario Aguilera Bolívar desde muy pequeño se decantó por ser velocista y en ello está (11.97 en 80) entre tanto sigue el axioma paterno del “todos hacemos de todo” y lo mismo se marca un 500 en 1.34.70 o un 1000 en 3.42.03 que lanza el disco a 13.90 o el peso a 5.57.

Cómo no también los hay que luchan por compatibilizar su prestación atlética con los designios de sus apellidos, Antonio Romero Victoria se aferra al sintético porque ya tendrá tiempo para competir como “romero” y busca la victoria reportando 12.80 en 80, 1.42.54 en 500 y 4.04.20 en 1000 sin perjuicio de elevarse hasta 1.05 en altura.

Terminamos repaso de antílopes con un recién llegado que ya ha dejado muestras de su valía y que para promocionar el pueblo que luce en su primer apellido, Héctor Tabuenca Pérez, municipio a la vera de la Sierra Alta ha decidido elevarse hasta 1.10 en altura completando con unos respetables 1.42.57 en 500

El sufrido gesto mientras corría era una de las señas de identidad del gran Emil Zatopek, la locomotora humana. Es el único atleta de la historia que ha ganado los 5.000, 10.000 y el Maratón en los mismos juegos olímpicos (Helsinki, 1952). Además el atleta checo ya había conquistado el oro en los juegos de Londres de 1948. El mote de locomotora se lo ganó por su fuerza y resistencia así como por la firmeza de su ritmo nos dejó una frase que se ha convertido en paradigma para muchos runners: “Si quieres correr, corre una milla; si quieres cambiar tu vida, corre un maratón”.

Por la firmeza del ritmo de competición el título honorífico de locomotora humana en Atarfe se lo habremos de dar al incombustible José Antonio Justicia Ruiz quien llevaba una temporada siendo el mejor atarfeño en todas las pruebas del Gran Premio de Fondo disputadas hasta el parón vírico (Armilla, Albolote y Loja, siempre entre los 7 mejores de la general), atleta consistente también en pruebas de Cross donde ha conseguido el tercer puesto en el circuito provincial de Cross y cuya entrega de premios prevista para el pasado 13 de marzo se vio truncada por la declaración del estado de alarma. Seguro que pronto el bueno de José debutará en media maratón paso previo a cambiar su vida corriendo un maratón y donde sus cualidades rítmicas le reportarán una gran marca.

A %d blogueros les gusta esto: