Algunas de las mayores fortunas del mundo evitan pagar impuestos gracias a un paraíso fiscal. ¿Qué son?, ¿cómo funcionan? Nos lo pregunta Arturo a través del formulario de EOM explica.

El término “paraíso fiscal” proviene de una traducción errónea del inglés tax haven, que significa ‘refugio fiscal’, y hace referencia a un territorio o Estado en el que la presión fiscal es inferior a la habitual en el resto del mundo. A causa de sus reducidos impuestos, empresas e individuos de todo el mundo establecen allí sus domicilios fiscales. Además, estos territorios suelen contar con sistemas tributarios opacos y secreto bancario, lo que permite a sus usuarios beneficiarse de su reducida o nula fiscalidad sin que se haga público. 

El fenómeno de los paraísos fiscales tiene su origen en la década de 1960, durante la descolonización y la reindustrialización de las antiguas potencias coloniales. En este contexto, algunos países recién independizados desarrollaron sistemas fiscales atractivos para atraer capitales extranjeros. También países ya consolidados, como Suiza o Luxemburgo, adoptaron este modelo para resultar más competitivos.

Distintas organizaciones internacionales, ONG y países elaboran listados de paraísos fiscales, cada uno con sus propios criterios. El de la Unión Europea, por ejemplo, se elabora desde diciembre de 2017. En su última actualización, de febrero de 2020, la “lista negra” de la UE incluía doce territorios, en su mayoría pequeñas islas o archipiélagos como Islas Caimán, Fiyi o Palau, pero también Panamá y Omán; otros trece estaban en su “lista gris” de mejoras pendientes, incluyendo a Australia, Turquía o Marruecos. Un caso muy distinto es el de la OCDE: desde 2009 no tiene territorios en su listado, ya que los restantes se comprometieron a mejorar su transparencia, si bien no a hacer cambios en su fiscalidad. También algunas ONG como Oxfam o Tax Justice Network juegan un papel importante en la elaboración de listados y divulgación de información sobre paraísos fiscales. 

Estos territorios suponen un inconveniente para el resto de países, tanto los que tienen ingresos altos como para las economías más empobrecidas. Se estima que cada año se pierden en el mundo entre 500.000 y 600.000 millones de dólares de la recaudación del impuesto de sociedades debido a este fenómeno. Por si fuera poco, además de albergar grandes fortunas, los paraísos fiscales son un elemento fundamental en el lavado de dinero proveniente de actividades ilícitas. A pesar de la presión de los organismos internacionales para lograr una mayor transparencia, estos territorios siguen representando un gran desafío para la sociedad internacional.

Para ampliar: “Evasión fiscal, el leviatán que amenaza a Europa”, Miguel Ordovás en El Orden Mundial, 2017

https://elordenmundial.com/que-es-un-paraiso-fiscal/

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