Un Estado satélite es un país bajo dominio —ideológico, político, económico o militar— de otro de mayor influencia.

Es formalmente independiente, pero en la práctica está sometido a un poder externo. El adjetivo “satélite” hace referencia a los cuerpos celestes que orbitan alrededor de un planeta, como la Luna con la Tierra. Existen términos relacionados, como “Estado títere”, para referirse a un país sometido a la voluntad de otro, o “Estado vasallo”, utilizado antes de la Edad Contemporánea cuando un Estado estaba subordinado a otro política y militarmente.

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Los Estados satélite proliferaron en la Guerra Fría (1946-1991), periodo en el que las dos superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética, lideraron alianzas con países de todo el mundo. Algunos de esos países funcionaban como satélites de las dos grandes potencias, que se aseguraban apoyos clave para sus respectivos bandos. El antiguo bloque del Este es uno de los mejores ejemplos: Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, Rumanía y la República Democrática Alemana quedaron bajo la influencia ideológica de la URSS, que les impuso su doctrina política, económica y militar. La antigua Yugoslavia también fue un Estado satélite soviético hasta 1948, cuando Stalin y el entonces presidente yugoslavo, Josip Broz Tito, rompieron relaciones. Otros ejemplos durante la Guerra Fría son Corea del Norte y Corea del Sur, satélites de la URSS y Estados Unidos, respectivamente.

No obstante, antes de la Guerra Fría potencias como la Alemania nazi o la Italia fascista ya habían establecido Estados satélites, como el Estado Independiente de Croacia, donde gobernaba un movimiento nacionalista y religioso, o el Gobierno de Quisling en Noruega, donde hubo un régimen colaboracionista fascista. El Japón imperial también había tenido Estados satélites, como Manchukuo y Mengjiang, en las regiones chinas de Manchuria, en el noreste, y Mongolia Interior, en el norte de la actual China.

La estrategia de los Estados satélite sigue utilizándose en el siglo XXI. Turquía, por ejemplo, controla la República Turca de Chipre del Norte, una república de mayoría turca que controla el tercio norte de la isla. Este territorio declaró su independencia en 1983, que solo reconoce Turquía, y se disputa el control de la isla con la República de Chipre, de mayoría griega y que sí goza de reconocimiento internacional. Asimismo, Abjasia y Osetia del Sur son dos regiones del Cáucaso que pertenecen a Georgia, aunque se autoproclaman independientes desde principios de los años noventa y están bajo influencia de Rusia. Otro ejemplo es la República de Artsaj, que está en el territorio azerbaiyano del Alto Karabaj, pero poblada mayoritariamente por armenios y bajo dominio de la vecina Armenia.

Teresa Romero

 
FOTO: Fuente: Pixabay. 
 
https://elordenmundial.com/que-es-un-estado-satelite/
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