AYER SE PRESENTO EN EL CENTRO CULTURAL: » TE QUIERO LORQUIANA»

Una obra magnifica que ha puesto los pelos de punta  a los asistentes al centro Cultual Medina Elvira con las normas que impone el covid19. Poca gente de Atarfe que de nuevo, no es participe de sus eventos.

Dos lavanderas. Una enseña a la otra a leer en un mundo que las prefiere ocupadas en sus labores, sumisas, analfabetas y alejada de los libros. Juntas van a recrear escenas de la obra de Federico García Lorca: La novia, Yerma, Rosita. Todas mujeres lorquianas, inmersas en un mundo rural, sometidas al patriarcado y reales como la vida misma. Retratos de mujer que cuestiona y rompe constantemente los estereotipos impuestos, la opresión y la violencia que sobre ella se ejerce.

‘Te quiero lorquiana. Retratos de mujer’ es un poema escénico para dos actrices, un actor y un piano, narrado en tres planos entrelazados.

Años 40. Dos mujeres lavan ropa en el río, como cada tarde. Ellas no tienen nombre; bien pudieran ser cualquiera de nuestras abuelas o nuestras madres. Una desea que la otra le enseñe a leer. Lo hará a través de un libro cuyo lomo reza: Federico García Lorca. Juntas han realizado un recorrido por diferentes escenas teatrales de Lorca, así como por diferentes poemas y canciones que nos adentrarán en el rico y revelador universo del autor. En un plano contemporáneo, la aparición de un actor en escena nos desvela que todo forma parte de su imaginación, fruto de su reflexión sobre el legado lorquiano y la sociedad actual.

La mujer oprimida que el poeta granadino retrata en su obra cuestiona y rompe constantemente los estereotipos impuestos y la violencia que se ejerce sobre ella. En escena se recrea la evolución de la mujer lorquiana: la juventud y el deseo de una novia, la madurez y el ansia de Yerma por ser madre, y la soledad de Rosita, la soltera. Todas mujeres inmersas en un mundo rural y rancio, sometidas al patriarcado imperante y reales como la vida. Tres mujeres, tres momentos distintos y tres esperanzas rotas.

Nuestras dos protagonistas agitarán las sabanas viejas y calmarán su insaciable sed de conocimiento. Ellas saben que es la mejor forma de empoderarse; por eso, a escondidas, leen a Federico.

‘Te quiero lorquiana’ ha sido un viaje a través del agua, la poesía y el sueño, aderezado con los símbolos lorquianos medulares -la sangre, el cuchillo o la rosa-, así como elementos contemporáneos, para provocar la catarsis en nuestras protagonistas y también en el público. Esta obra es una celebración a la vida, un canto al amor propio, una caricia de sororidad, un torrente de preguntas, las mismas que se hacía Federico García Lorca cuando nos mostraba la cruda existencia de sus personajes femeninos emprendiendo un vuelo que nos hará un poco más libres.

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