La propiedad en Atarfe, como en toda la Vega de Granada, es el resultado de una evolución histórica que tiene un momento decisivo entre finales del siglo XV y finales del siglo XVI, a partir de la conquista cristiana, luego de la expulsión de los moriscos.

 
Dentro de los Apeos del siglo XVI realizados por el licenciado Loaysa, el Apeo de Atarfe, conservado en la Chancillería de Granada, nos informa de los siguientes datos: la población cristiana de Atarfe que convivía con los moriscos había ocupado una quinta parte aproximadamente de las tierras cultivables; en el momento de la repoblación había solo 46 propietarios cristianos que reunían unos 2.491 marjales de regadío (131,1 hectáreas) y unas 898 fanegas de secano (422 has.); las propiedades pertenecían a 38 vecinos del pueblo, las restantes eran del rey o de la Iglesia.
 
La división de la propiedad en Atarfe corresponde al tipo de minifundio, pues del 40 al 50 % del total lo representan propiedades de menos de una hectárea, considerándose una extensión de unas diez hectáreas de regadío como el tipo medio de propiedad económicamente rentable. Las propiedades de 1 a 5 has. son del 15 al 25 %. Las propiedades de más de 50 has. son menos del 1 % del total.
 
El total de la superficie cultivada es del 50 al 75 %; la extensión del regadío es de un 30 a un 50 %.
 
Atarfe ocupa la zona del 6 % de la producción tabaquera de la vega; ocupa 50 has. de cultivos hortícolas y 760 has. de cultivos herbáceos; dedica 65 has. al cultivo del chopo; la extensión del secano cerealista es de 416 has., lo que supone del 10 al 25 % del término; el olivar ocupa 321 has.
 
Atarfe tiene dos almazaras, consideradas como las mejores de la provincia, aunque la producción no sea la décima parte de la molturación, pues compra la producción de aceituna de Iznalloz, Deifontes e incluso de Alcalá la Real. (Extraído del libro “Historias de Atarfe”, Juan Martínez Ruiz)
 
En la fotografía, trabajos agrícolas en las Eras.
Gacetilla y curiosidades elvirenses
 
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